Cuando en alguna localidad los hechos que marcan hitos no trascienden fuera de sus límites, es obvio que su historia se desarrolla sin mayores sobresaltos. Entonces un hito puede ser un loteo, la llegada del tren, la instalación del alumbrado público, o cualquier otro hecho que los pobladores recuerdan como un cambio que sólo a ellos afectó.
Villa Adelina es de esta clase de pueblos. De historia lineal, sin accidentes remarcables. Está hecha con el trabajo silencioso de todos los días de su gente, siguiendo las pautas generales el desarrollo del Partido, hasta convertirse en una localidad residencial de cada vez mejor nivel.
Los barrios han florecido con residencias de notable calidad que no le van en zaga a otras de barrios más renombrados. Barrio Parque Cisneros extiende su calidad hacia su periferia; Orbis, Barrio Tanque o Arca son como remansos verdes y los baldíos que quedan en los barrios viejos disminuyen día a día con nuevas y valiosas construcciones que ya cambiaron del todo la fisonomía de Villa Adelina de muy pocos años atrás. El equipamiento comunitario está al día.
Hasta la época rosista las tierras de Villa Adelina formaban parte del Cuartel 5º de Santos Lugares. La descripción de sus límites dice así en el parte elevado por el Juez de Paz en 1836: "Cuartel 5º de Santos Lugares: que comprende por el frente con los fondos del Cuartel 3" y 4" (de Olivos y La Calera) y su fondo por el Partido de Morón, por el norte con el Cuartel de La Merced y por el sur con el Partido de San José de Flores".
Al crearse el partido de San Martín en 1864 quedó reducido a la mitad. La creación del Partido de Vicente López, en 1905, le restó nuevas tierras y la redujo a sus dimensiones actuales. Villa Adelina es, después de Acassuso, la localidad más pequeña de San Isidro. La fundación de la Escuela Rural Nº 5, primera en su género en San Isidro, que data de 1861, confirma que entonces el rancho donde inició sus clases estaba en las Lomas, porque así lo confirma el acta respectiva. La escuela se mudó luego a otro local, del lado opuesto de Paraná, por eso al constituirse Vicente López quedó incorporada a aquel distrito, con el Nº 4, en Paraná y la continuación de la avenida del Fondo de la Legua.
Ese camino fue la ruta del quintero hacia la capital. Un camino sin alternativas, muchas veces intransitable por efecto de las lluvias que lo convertían en un lodazal que obligó a los quinteros a inventar un sistema de ayuda mutua para salir del paso.
El sistema era simple. Consistía en salir en grupo y, llegados a los charcos impasables, soltar los bueyes o caballos del segundo carretón, atarlos al primero, y duplicar así el poder de tracción para cruzar la laguna. Desatados luego los animales del vehículo que había superado el bache, se ataban al segundo, y se repetía la operación. Esta obligada y solidaria maniobra salvaba, muchas veces, la producción del día, permitiendo a los chacareros llegar al mercado.
Villa Adelina corresponde a la misma línea ferroviaria que Boulogne, por lo cual sus orígenes son comunes. Pero lo que hay de particular en esta línea es que las vías avanzaron desde el interior y no desde la capital, como era habitual. Además, Villa Adelina nació antes que Boulogne, y como estación terminal del ramal. De hecho, el Ferrocarril Central Córdoba, nacido en virtud de la ley Nº 4.255 de 1903, decretó la construcción de la estación el 15 de Enero de 1909. El primer tren arriba el 29 de Marzo de 1909.
Una princesa llamada Adelina
Para Francisco Diurno no hay dudas respecto de la identidad de la persona en homenaje a la cual se le puso el nombre de "Villa Adelina" a la estación del Ferrocarril. Diurno fue vecino de Villa Adelina durante casi 50 años y, entusiasmado con la idea de escribir la historia del pueblo, reunió la documentación necesaria contando con el compromiso de personas y empresas de la zona para publicarlo pero, llegado el momento, según confesó, los mecenas "se borraron", como se dice ahora, frustrando su proyecto.
Decidido, no obstante, a utilizar el material recopilado, escribió el libro, pero en forma de novela, estimando que de tal modo podría recuperar la inversión que hizo por su cuenta para imprimir la historia. Diurno expone su documentación en el libro, y de ella extraemos estos datos: El nombre de la estación honra a una nieta de Duncan Mackay Munro, administrador del Ferrocarril Central Córdoba. La niña se llamaba Adelina Drysdale y era hija de Elisa Maria María Munro, hija del administrador, casada en primeras nupcias con Thomas Drysdale, nacida el 16 de Septiembre de 1896.
La historia de Adelina es harina de otro costal y aunque novelesca, no hace a nuestro propósito de identificarla porque Diurno ya lo ha hecho exhibiendo sus documentos. Su libro se titula "Adelina... una Princesa ".
Una vez que el ferrocarril inició sus servicios explotó la fiebre fraccionadora de las tierras aledañas. La Compañía de Tierras del Norte fue la inmobiliaria que monopolizó las ventas. No se comprende cómo pudo ser que, existiendo desde 1904 la obligatoriedad de dejar por Ordenanza espacios para paseos públicos y equipamiento comunitario, también esta localidad se haya quedado con un mínimo de fracciones públicas, insuficientes para su desarrollo. La plaza Brown y la Belgrano (antiguamente conocida por Ader, por el nombre de su donante) no alcanzaban a compensar las necesidades de la población. Lo que queda como parque es privado y corresponde a la Marina, que lo escrituró en 1970. Incluye una cancha de golf y ha dejado en la vía pública una hermosa avenida de casuarinas -Luis María Drago, entre Moreno y Fondo de la Legua- gracias al ensanche realizado hace muy pocos años.
Casi no quedan reliquias edilicias en Villa Adelina y las pocas que hay son de este siglo. Quizá se pueda mencionar como joyita del pueblo cuando éste recién empezaba a desarrollarse al llamado "Castillo de Scott", que fue residencia de un encumbrado funcionario inglés, que también poseyó el primer automóvil de la localidad. La casa está en la calle Ucrania, a media cuadra de las vías. También de los primeros años del siglo es el casco de la quinta "La Meca", propiedad de la familia Abriata, ubicada en Rivera y Rioja.
El auge industrial de Villa Adelina se ha detenido, para bien de algunos barrios que terminaron siendo residenciales no obstante haberse iniciado en sectores de impulso fabril. De las primeras instituciones sociales solo el CASVA -fundado en 1926- sigue en pie ofreciendo sus instalaciones que ya no tienen espacio para la expansión. Los viejos clubes de barrio han desaparecido hace tiempo, lo mismo que su primera Sociedad de Fomento, pero en este ámbito quedan algunas que han florecido con actividades muy dispares que incluyen Jardín de Infantes, como La Calandria y la General Belgrano; biblioteca y cursos, como la José Hernández; o simplemente fútbol 5, juegos de salón o bochas, como la Unión y Progreso. Es que, cumplidos los objetivos de lograr para el barrio las mejoras de infraestructura y servicios que el vecindario reclama, sólo quedan las alternativas de convertirse en un club de barrio o encontrar nuevas actividades que la comunidad reclama.
El Barrio Parque Cisneros y su nombre
El Barrio Parque Cisneros se creó por Ordenanza 1575 del 13 de Enero de 1942. Las razones de su nombre, que corresponde a su antiguo propietario, se encuentran en el exordio del proyecto, que dice textualmente: "...en memoria del doctor Eudoro Cisneros, que fue un benefactor de la humanidad, pues fue el precursor del actual tratamiento del cáncer por la electrocirugía y la electrocoagulación. El Dr. Cisneros, hace 50 años, ideó la terapéutica del cáncer por la electricidad, creando lo que se designó con el nombre de "electroignición", que es el antecedente inmediato del bisturí eléctrico".
Y concluye la exposición de motivos: "El Dr. Cisneros formó familia, de la cual algunos hijos viven en el Partido y han propulsado el adelanto material y social de la zona en que se ha formado el Parque".
-> Pedro Kröpfl Autor de "La metamorfosis de San Isidro"
Nota: El rostro que ilustra este artículo corresponde a Adelina Munro de Drysdale o de Colonna, en segundas nupcias. Vivió su vida en Europa. Quizá nunca pisó los andenes de la estación que la recuerda].