Ese es el título del libro que publicó Isabel María Viñuales, vecina sanisidrense, reconocida por su labor solidaria al frente del Teléfono de la Esperanza. Esta profesional de la psicología, se dedicó a investigar la temática de la esterilidad y la adopción, a partir de su experiencia personal.
Mujer de profunda fe, casada, madre de dos hijos, profesora de Bellas Artes y consultora psicológica es Isabel Viñuales, quien presentó su libro. La experiencia personal y profesional de esta autora, hace de la obra un valioso aporte que nos introduce en esta problemática, para algunos desconocida, a la vez nos ayuda a comprender mejor el desafío de la esterilidad, un tema difícil de sobrellevar.
Acerca del tema Isabel relata: "hace más de diecisiete años que el tema de la esterilidad irrumpió en mi vida inesperadamente, sin pedir permiso, fueron años duros, que pusieron a prueba nuestra capacidad de aceptación, la madurez de la relación con mi marido y la fe y la confianza en Dios, con la que habíamos iniciado el camino del matrimonio. En esa etapa que duró varios años, intentamos el embarazo con distintos tratamientos siempre dentro de nuestros valores morales, no fue fácil, la desilusión, la desesperanza y el llanto fueron nuestros compañeros de ruta. Pasaba el tiempo y se nos iba aclarando la meta, querer ser familia y entendimos que eso se podía concretar de otra manera".
El presente libro relata cuatro historias diferentes, que podrían ser la de cualquiera de nosotros. Personas o parejas que por algún motivo están impedidas de tener hijos biológicos y se encuentran en la encrucijada, que de alguna manera las obliga a decidir qué camino tomar.
Sencillo en su lectura, pero profundo, el libro es un instrumento de gran ayuda para transitar esta etapa en su compañía. A través de su lectura podremos reir y a veces llorar, pero siempre nos llevará a reflexionar sobre las distintas instancias que se viven en ese camino hacia la vida, a veces con sentimientos de miedo, tristeza o rabia.
"Hoy mirando hacia atrás -rememora Isabel- podemos decir que nada fue en vano. Todo lo vivido tuvo un profundo sentido en nuestra vida de pareja, tanto es así, que creo que seríamos nosotros sin todo este bagaje de emociones compartidas. Nuestros hijos colmaron plenamente nuestro deseo de ser padres y de verdad podemos decir, que lo negativo solo forma parte del pasado. Creo sin embargo que hubiera sido bueno para nosotros haber encarado los tratamientos por esterilidad con un apoyo psicológico, pero en ese momento lo hicimos solos, con un costo mayor".
Es por eso que a razón del libro, es de alguna manera ayudar y acompañar a todas las personas que estén viviendo el descubrimiento de su infertilidad, esa etapa en la que uno se siente menos persona, menos mujer, menos hombre.
"Mi intención -asegura la autora- al escribir sobre este tema, es también acercar a los que no viven esta situación para que sepan como abordarlo en caso que le pase a alguna persona cercana a ellos. Creo que de todos los duelos que vive el ser humano, la esterilidad necesita ser comprendida en todas sus dimensiones: personal, de pareja y social. Espero que este libro contribuya a este objetivo, que fue el que tuve cuando comencé a escribirlo y por el que trabajo día a día en mi consultorio".