Desde Cáritas San Isidro se propusieron darle un mayor impulso al fortalecimiento del ámbito familiar y del ámbito comunitario y a partir de 2003, con el apoyo de ISCOS (Instituto Sindical de Cooperación y Desarrollo de Italia), comenzaron a desarrollar el proyecto de Fortalecimiento Familiar en seis parroquias de la diócesis.
El objetivo es mejorar la alimentación de las familias, fortaleciendo y recuperando los vínculos familiares a través de la toma de decisiones y la participación en las compras comunitarias, propiciando la unidad en la mesa y en el hogar. La titular de esta iniciativa, Inés Amormino, detalló: "Empezamos a impulsar el proyecto de Fortalecimiento Familiar y Comunitario con la idea de aportar una nueva metodología de trabajo al servicio de la ayuda inmediata. Quisimos trabajar con las familias, con el objetivo puesto en la promoción de las personas, facilitando y posibilitando espacios de organización comunitaria, el fin fue recuperar los vínculos familiares y comunitarios, mejorar la calidad de los alimentos en cada hogar y, entre todos, preparar y realizar las compras de alimentos. Todo esto estuvo acompañado por capacitaciones en temas como: trabajo grupal, participación y familia".
Esther Sandre y Azucena Figueroa son del grupo del barrio San Francisco, Parroquia Nuestra Señora del Carmen de San Fernando y participaron en la segunda etapa del proyecto (2005-2006). Esther tiene 38 años y ocho hijos; para ella involucrarse en un proyecto como éste fue sumamente positivo y la ayudó mucho económicamente, además disfruta cuando participa en iniciativas que tienen que ver con un beneficio para todos: "A mí me gusta colaborar en esto; si pudiera, estaría en otras cosas de la Iglesia, en todo lo que es social. Mis hijos están muy al tanto del día de reunión y hasta me aconsejan qué proponer para comprar".
Azucena al principio tenía dudas de participar, no estaba completamente segura de que estas iniciativas pudieran funcionar, pero se animó y le resultó una gran experiencia: "Hemos aprendido a sobrellevar las dificultades de cada una de las que participábamos y a ser más amigas, más compañeras".
A través de los años, en Cáritas fue reformulando y mejorando algunas modalidades de trabajo adaptándose a los cambios históricos y a las nueva necesidades que fueron surgiendo. "No es lo mismo organizarse para entregar una bolsa de comida cada 15 días, que promover un espacio para compartir en la mesa familiar", explica Inés.
Esta propuesta es una iniciativa más para seguir generando espacios de reflexión, de vínculo con otras pastorales y con otras organizaciones, siempre teniendo en cuenta las costumbres y cultura de cada comunidad.