Mientras nos enteramos, con alegría, por la realización de un nuevo Congreso de Padres y la celebración por los 5 años de vida de su nacimiento, la Fundación Proyecto Padres nos acerca una reflexión que une la paternidad a la responsabilidad por la vida misma.
El Director Ejecutivo de la entidad, el Lic. Adrián Dall'Asta, propone buscar y hallar ese lugar donde la vida puede no ser más fácil, pero definitivamente es más segura, aquel sitio en donde uno sabe dónde está parado y puede mirar con claridad la situación. Ese lugar no es otro que el la madurez, que se traduce en una cuota de aplomo, de coherencia y de asumir las cosas con calma pero también con acciones concretas, basados en el amor -claro está- porque estamos frente a la vida misma. Y la vida de nuestros hijos.
Vivir responsablemente la paternidad, es vivir responsablemente la vida.
En estos tiempos de tanta confusión cualquier intento de definición suena a imposición, a arbitrariedad. Sin embargo, es en la oscuridad donde más se necesita luz, claridad de las ideas y convicción de poder vivir acorde a lo que se piensa. Por eso sostengo que los padres, como adultos, primero debemos tener claro el horizonte para luego orientar, a partir de nuestro testimonio de vida basado en el obrar cotidiano. Esto es lo que ven nuestros hijos y aprenden.
La responsabilidad está necesariamente unida a la coherencia. Es impensable predicar la responsabilidad si nuestra vida no es un reflejo de transparencia construida en el día a día. Esto debe interrogarnos profundamente sobre nuestro decir y nuestro hacer. Una de las confusiones más hondas que tienen los jóvenes en la actualidad, es ver en los adultos esta dualidad que quiebra toda esperanza de crecer entusiasmados por el futuro. "...Lo que más me asusta es cómo va a ser esto (refiriéndose al abuso de alcohol en adolescentes) cuando nosotras seamos las madres, concluye Delfina de 18 años mirando al horizonte…" [Porque los jóvenes abusan del alcohol, Diario La Nación, Información General, Mariano Wullich y Adriana M. Riva, 22 de enero de 2007].
La madurez, sinónimo de responsabilidad, implica hacerse cargo de las acciones que uno realiza. No es responsable un padre que espera de otros soluciones o respuestas que son propias de su tarea y, por ende, indelegables. A veces me pregunto si esta vocación es una carga o una bendición, la respuesta será distinta y cada uno sabrá escuchar que le dice su corazón.
En este sentido comprenderemos si es la alegría o la preocupación lo que nos acompaña en nuestra responsabilidad cotidiana. Desde ese lugar, también estaremos dando testimonio y alimentando las ganas de nuestros hijos de formar sus propios hogares.
No puedo dejar de compartir una anécdota de un viaje en tren, donde escuché el diálogo de un joven de 27 años que le decía a una compañera de ruta, de unos 50 años, que estaba de novio pero que no tenía ganas de casarse, "…estoy muy cómodo en casa...", a lo que ella le respondió: "¡Hacés bárbaro! ¿Para que te vas a casar? Después vienen los problemas…" ¿Es responsable transmitir estos mensajes a nuestros hijos y luego pedirles que maduren y se hagan cargo de sus vidas?
Por último, creo que el aspecto clave de la responsabilidad es el compromiso. Llegó la hora de actuar. ¿Para qué sirve seguir analizando lo que todos ya sabemos? La gran diferencia está en hacer lo que nadie se anima: ser padres protagonistas de los cambios, padres líderes.
Sostener los sueños en el tiempo y creer que es posible una comunidad en donde podamos aportar nuestros proyectos en pos del único objetivo que tenemos los padres: intentar que nuestros hijos puedan crecer felices y esperanzados, sonriéndole al futuro y convencidos de que les espera una vida mejor que la presente.
Los invitamos en este inicio de actividades, de un año muy especial para la Fundación, a recordar aquello que alguna vez nos llevó a crear esta organización hace ya cinco años: siendo mejores padres, podemos educar mejores hijos y entre todos formar mejores argentinos.
Esto dejó de ser un sueño, y espera a muchos padres que quieran poner "manos a la obra" para dejar de hablar de responsabilidad y simplemente, vivirla.
-> Lic. Adrián Dall’Asta Director Ejecutivo Fundación Proyecto Padres