La incapacidad o perversidad de quienes ejercen la política en el país desde
hace décadas ha ido provocando problemas que pueden ser mensurados y que, sin
dudas, seguirán creciendo.
Además de los desmanejos de
la economía que han hecho cada vez más difícil afrontar el sostenimiento
familiar con un solo ingreso, la huida de la educación pública por su
sistemática caída de calidad, los cambios de prioridades en la sociedad que van
imponiendo nuevas necesidades y consumos, han ido provocando la postergación de
la maternidad y el temor de muchos a no poder asegurar educación y bienestar
básico, lo que deviene en no tener hijos o limitar al extremo la cantidad.
Aunque las causas pueden ser diversas, el envejecimiento poblacional
provoca problemas concretos en las economías. España, por ejemplo, tiene
hoy 2 trabajadores activos por cada pensionado y, según se calcula muy
pronto serán sólo 1,5. Esto lleva a que el Estado no tenga suficientes
ingresos para pagar jubilaciones. No obstante, en aquel país el negocio
del aborto está a sus anchas desde hace décadas. Italia, por su parte, vive una
situación similar.
Si los jóvenes no pueden acceder a un trabajo que les
permita más que sostenerse en el día a día, si llegar a tener su vivienda es
para muchos una fantasía y pagar un alquiler es un drama cotidiano, y si saben
que con esfuerzo en otro país podrían tener un futuro mejor, aparece
otra explicación a la despoblación en la Argentina.
Es
incomprensible que los gobiernos sigan ignorando el valor
estratégico que tiene estimular el desarrollo de los ciudadanos para
que puedan trabajar, llegar al techo propio, afrontar con cierta tranquilidad
los gastos, facilitando la radicación en distintos puntos del país de familias
jóvenes para que la natalidad permita un crecimiento integral.
En medio
de otras torpezas y perversiones, fue el mismo presidente designado
Alberto Fernández el que aseguró en una entrevista que es un
problema que la gente viva más años y con salud. A esto habría que sumar que
encumbrados miembros de organismos de crédito (FMI y Banco Mundial) no han
ocultado su desagrado con la cantidad de pensiones y gastos que el Estado debe
afrontar por los adultos mayores.
Es decir, los que atienden los vaivenes
de la economía lo saben. Tener una población envejecida es un inconveniente,…
pero fomentan políticas antinatalistas.
Continuar con la torpeza de los
planes y subsidios que nada arreglan, con el clientelismo, con la promoción de
métodos para no nazcan niños, con un insoportable afán de objetivos mezquinos y
de corto plazo, sólo garantiza crisis y más fragilidad
institucional.
La Tasa Global de Fecundidad es el número de
hijos que, en promedio, tendría cada mujer al final de su vida reproductiva.
Para que la población se mantenga estable en el tiempo (sin disminuir su
volumen), esta tasa debe ser 2,1 (bajo el supuesto de
mortalidad constante y ausencia de migración).
La Tasa Global de
Fecundidad de Argentina es 1,54 para 2020, un 35% menos
que en 2014 y más de lo que disminuyó entre 1980 y
2014.
Algunas políticas públicas que cooperaron con este descenso:
- En 2014 el Ministerio de Salud de Cristina
Fernández (69) incorporó el implante subdérmico (anticonceptivo de
larga duración orientado a adolescentes y jóvenes) a la canasta de medicamentos
que se distribuye a través del programa Remediar.
- Ese mismo Ministerio -con el "apoyo técnico" de la filial local de
la IPPF- redactó en 2015 el Protocolo de Aborto no Punible.
- En 2017 el gobierno de Cambiemos implementó el Plan ENIA
para reducir el embarazo adolescente (consejerías en salud sexual,
anticoncepción y aborto).
- En 2018 Mauricio Macri (63) propuso
debatir el valor de la vida humana con un proyecto de aborto que fue aprobado
con trampas en Diputados y no superó el Senado.
- Simultáneamente la ANMAT aprobó el uso del misoprostol en su dosis abortiva
y poco después autorizó su venta en farmacias, además adquirir partidas para
distribuirlas en hospitales públicos.
- Durante el 2020 Alberto Fernández (63)
paralizó todo menos la llamada "salud reproductiva". A poco de comenzado el
confinamiento estricto Juan Carlos Escobar, coordinador del
área de adolescencia del Ministerio de Salud, anunció que el acceso a métodos
anticonceptivos y al aborto eran "servicios esenciales" que quedaban
fuera de las restricciones impuestas por el Covid-19.
El próximo año podremos observar el impacto que la Ley de aborto –impulsada
por Fernández y sancionada con presiones y engaños a fines de
2020- tiene sobre los indicadores de fecundidad y natalidad. Y
a eso se sumarán después los combos abortivos (mifepristona + misoprostol) que
comienzan a utilizarse y las nuevas formas de distribución de los insumos de
"salud reproductiva" para cumplir con lo que el Fondo de Población llama la
garantía del "último tramo", es decir, la llegada eficaz de los insumos a la
usuarias.
Evolución de la fecundidad en Argentina
La tasa
global de fecundidad cayó un 55% entre 1980 y
2020, pero, como anticipamos, ese descenso fue mucho más
marcado a partir del 2014.
La Tasa Global de Fecundidad
de Argentina es similar a la de Cuba, donde descendió a 1,52 en
el 2020, con la diferencia de que en la Isla el promedio de
hijos por mujer está por debajo del nivel de reemplazo desde
1978. La caída en Argentina es mucho más acelerada. Por otra
parte, la densidad de población de Cuba es 6 veces mayor a la nuestra.
También es análoga a la de los países europeos que, siendo menos
extensos, implementaron políticas para fomentar la natalidad, pero acá sólo hay
"políticas de género".
La fecundidad en las
provincias
La Ciudad de Buenos Aires tiene la menor tasa global
de fecundidad del país. Esa tasa está por debajo del nivel de reemplazo
poblacional (2,1) al menos desde 1990.
Calculada con los datos provistos por el Ministerio de Salud de la
Nación, la capital del país tiene una Tasa Global de Fecundidad de
1,25 hijos por mujer en 2020.
Después
de la Ciudad de Buenos Aires -en cuanto a la escasez de hijos por mujer- siguen
Tierra del Fuego (1,36) que descendió del nivel de reemplazo
generacional a partir del 2017 y La Rioja
(1,39) que lleva una década en esa situación y, no obstante,
acaba de constituir una mesa intersectorial para promover el
aborto.
Además de esos distritos, están por debajo de la media nacional:
provincia de Buenos Aires (1,43), Chubut
(1,49), Jujuy (1,51), La Pampa
(1,45), Santa Cruz (1,45) y Santa Fe
(1,49).
En 2018 la mitad de las
jurisdicciones estaban por encima del nivel de reemplazo poblacional
(2,1); en el 2019 quedaban sólo 5 provincias:
Formosa, San Juan, Santiago del Estero, Chaco y Misiones. Con los datos del
2020, ya no queda ninguna. La Tasa Global de Fecundidad más alta la tiene
Misiones, pero sólo alcanza el 2,06.
Si se toma el
ÚLTIMO QUINQUENIO disponible (2016-2020) la mayor baja sigue
estando en la deshabitada región Patagónica:
- Tierra del Fuego -39%
- Santa Cruz -37%
- Chubut -30%
- Neuquén -29%
- Río Negro -29%
Pero si sólo se mide el ÚLTIMO AÑO (2019-2020), las
provincias donde el promedio de hijos por mujer cayó más son:
- Tierra del Fuego -23%
- Salta -22%
- Santiago del Estero -19%
[Fuentes: Notivida / newtral / jubilacionypension / elmundo]
->
Alberto Mora