El placer de comer algo rico y sano, el aroma a "hogar", los recuerdos de la infancia, la tarea de amasar junto a los chicos, está al alcance de la mano para quienes quieran probar cómo hacer pan en casa, sin un horno ni elementos especiales.
Como si fuera poco, encontrar el momento para compartir algo tan noble y simple como el pan, hecho por las propias manos, tiene algo especial que hay que animarse a descubrir. Y si se hacen las cuentas, el costo está muy por debajo del pan de panadería.
Una receta para un pan casero que resulta liviano, riquísimo para hacer tostado, similar al "lactal".
Ingredientes Harina 000 – 500 gr. Líquido – 300 cm cúbicos (250 cm3 de agua y 50 cm3 de leche) Aceite (girasol o el que haya) - 2 cucharadas soperas (Mejor que la margarina que tiene grasas trans) Levadura – 20 gramos (o más o menos medio pancito de 50 gr.) Sal – 2 cucharaditas de té.
Procedimiento En un recipiente colocar la harina. En un huego sobre el costado poner el líquido tibio y diluir con cuidado la levadura. Dejar tapado un rato hasta que se haga una "espuma". Agregar las dos cucharadas de aceite. Sobre el costado opuesto poner la sal. Con una cuchara -para no ensuciarse- empezar a unir todo. Volcar sobre la mesada y amasar con ganas (sin romper la masa) unos 5 o 10 minutos hasta que la textura quede mas o menos homogénea. Dejar el bollo en el mismo recipiente con un chorrito de aceite para que no se pegue. Tapar con un repasador y en un lugar donde no circule aire frío. Al rato, la masa habrá levado hasta casi el doble. Amasarla ligeramente. Si se cuenta con moldes tipo budinera de unos 20/25 cm, cortar la masa en dos y armar un rollo de masa para cada uno. Si no hay moldes, esos dos rollos se pueden poner en una pizzera (no quedarán tan parejitos, pero estarán bien). Dejar levar nuevamente cubiertos con un repasador hasta que dupliquen el tamaño. Calentar el horno de moderado a fuerte y poner los recipientes. Controlar hasta que se doren (unos 15 o 20 minutos).
Esta receta se puede ajustar a la experiencia, al lugar y al horno de cada uno, pero funciona, es fácil y no falla.
Hecho tostadas, con queso, con dulce, con fiambres, es muy rico. Además de que uno sabe qué está comiendo porque sabe qué ingredientes usó.
Sólo hay que dedicarse de a ratos (al unir todo, amasar a los 20 minutos, dar forma luego y esperar un poco la cocción) y se puede hacer con los chicos que lo van a disfrutar y van a aprender algo nuevo.