En EE.UU. la proporción de jóvenes de 25 a 34 años que siguen viviendo con sus padres ha aumentado desde el 10,6% a principios de siglo hasta el 13,6% en 2012, según datos de la Oficina del Censo. Aunque la tendencia comenzó antes de la crisis económica, el aumento se ha acelerado por las dificultades de empleo.
Otros factores que influyen son que los jóvenes adultos encuentran más dificultades para tener una carrera profesional estable, se casan más tarde y aplazan el tener hijos. Si antes estaba mal visto seguir viviendo en casa de los padres, ahora se ven con más comprensión estas situaciones.
En España, la emancipación de los jóvenes es aún más tardía. Según datos publicados por el Consejo de la Juventud, entre los jóvenes de 25 a 29 años los que siguen viviendo en el hogar paterno suponen casi el 60%. Y entre los que tienen entre 30 y 34 años, son el 27%. En conjunto, la tasa de emancipación de los que tienen entre 16 y 30 años ha caído cuatro puntos en un año.
El tradicional retraso en la emancipación se ha acentuado por las dificultades de empleo. Entre los jóvenes están en paro el 66% de los que solo tienen estudios primarios, el 51,4% de los que completaron los estudios secundarios y un tercio de los que tienen estudios universitarios. En términos absolutos, el desempleo afecta a 1,84 millones de jóvenes de entre 16 y 29 años, y a 896.000 de 30 a 34 años.
El informe del Consejo de la Juventud estima que el salario medio anual de los jóvenes es de 13.660 euros. Para comprar una casa deberían dedicar más de la mitad de su sueldo (el 54,2%) y para vivir de alquiler, el 47,4%. En el caso de hogares con dos personas empleadas, el porcentaje de sus ingresos que deben dedicar a la vivienda es el 39,4% para la compra y el 34,4% para el alquiler.
[Fuente: US Census Bureau, Consejo de la Juventud de España]