Una receta para hacer pan en casa, una idea para compartir en familia
El placer de comer algo rico y sano, el aroma a “hogar”, los recuerdos de la infancia, la tarea de amasar junto a los chicos. Todo eso está al alcance de la mano para quienes quieran probar cómo hacer pan en casa, sin un horno ni elementos especiales.
De paso, y como si fuera poco, encontrar el momento para compartir algo tan noble y simple como el pan, y el pan hecho por las propias manos, tiene algo especial que hay que animarse a descubrir.
Empezamos con mi esposa a hacer el pan cuando nos cansamos de ir a las panaderías y comprar algo que a la tarde o al otro día era casi incomible, o era “de goma” o se rompía todo de lo reseco, muchas veces sin sabor y, además, caro para lo que era.
De tantas recetas que recortábamos terminamos armando la nuestra que nos permite disfrutar de un rico pan y comprobar siempre que a quien lo prueba le encanta. Ahí va:
Ingredientes:
Harina 000 – 500 gr.
Líquido – 300 cm cúbicos (250 cm3 de agua y 50 cm3 de leche)
Margarina – 20 gramos
Levadura – 20 gramos (o más o menos medio pancito de 50 gr.)
Sal – 2 cucharaditas de té.
En un bol colocar la harina (000 es lo mejor). En un costadito poner la sal. En el lado opuesto hacer un hueco y poner la levadura en pedacitos y la margarina (es la materia grasa que permite que dure hasta un par de días en condiciones y con buen sabor). Ahí mismo volcar el líquido (si hace mucho frío en el ambiente, entibiarlo) con suavidad.
Con una cuchara firme (de metal) empezar a mezclar lo líquido con la levadura y la harina de poco. Seguir mezclando con la cuchara (para no ensuciarse) hasta que todo se vaya uniendo (las proporciones permiten que no sobre ni falte nada). Volcar luego sobre la mesada y amasar con ganas unos 5 minutos hasta que la masa que mas o menos homogénea.
Dejar el bollo en el mismo bol tapado con un repasador y en un lugar donde no circule aire frío.
Al rato, la masa habrá levado hasta casi el doble.
Amasarla otros 5 minutos y cortala en 2 o 4 partes. Cada una de ellas estirarla con palote para desgasificarla y enrollarla sobre sí misma.
Untar una fuente (puede ser una pizzera) con unas gotas de aceite y espolvorear harina. Acomodar los rollitos de masa con alguna separación y tapar hasta que leve nuevamente (unos 20 minutos).
Calentar el horno y poner la fuente con el pan a fuego moderado. Controlar hasta que se dore (unos 15 o 20 minutos.
Esta receta se puede ajustar a la experiencia, al lugar y al horno de cada uno, pero funciona, es fácil y no falla.
Hecho tostadas, con queso, con dulce, con fiambres, es muy rico. Además de que uno sabe qué está comiendo porque sabe qué ingredientes usó.
Sólo hay que dedicarse de a ratos (al unir todo, amasar a los 20 minutos, dar forma luego y esperar un poco la cocción) y se puede hacer con los chicos que lo van a disfrutar y van a aprender algo nuevo.