La Red Federal de Familias (RFF), con presencia en 21 provincias argentinas, se expidió sobre el aborto provocado con miras al debate que se inicia en el país.
La Declaración menciona la irrefutable evidencia científica sobre el inicio de la vida, destaca la dignidad inherente a la persona humana y resalta el deber moral de respetar "la vida de todo ser humano, de toda persona humana inocente".
Tras puntualizar el rol del Estado, deduce que "el Estado no puede permitir el aborto sin atentar gravemente contra su propia razón de ser". Expone después un argumento de fe en el que explica que los niños no nacidos no son sólo animales racionales, sino también "seres creados a imagen y semejanza de Dios", enfatizando que este argumento "no se opone ni contradice la razón humana", por el contrario, "complementa y perfecciona lo anterior".
Reclama de los políticos "que tengan el coraje de defender la vida humana desde el instante mismo de la concepción y hasta la muerte natural", pidiéndole a los legisladores en particularque apoyen el proyecto de ley de protección integral de los derechos humanos de la mujer embarazada y de los niños por nacer" (expte. 8516-D-2010) que la RFF impulsa.
Convocan finalmente a todos los que comparten sus principios "a trabajar con decisión y vigor para evitar, concretamente, que matar a un niño por nacer sea legal e impune en la Argentina".
A continuación el texto completo de la Declaración:
DECLARACIÓN SOBRE EL ABORTO
La sociedad argentina presenta hoy una situación de crisis por los distintos factores y poderes que la sacuden con grave riesgo de sostenimiento de su cultura tradicional. Uno de los aspectos más atacados es el matrimonio y su familia.
El intento de despenalización del aborto presentándolo como un derecho, vulnera desde su raíz la base estructural de nuestra sociedad, demuele sus principios y conduce a un suicidio social.
Por lo que…
LA RED FEDERAL DE FAMILIAS FRENTE AL DEBATE EN LA NACIÓN SOBRE EL ABORTO PROVOCADO, DECLARA:
La citología, embriología, genética y biología molecular modernas no dejan duda acerca de la verdad científica de que el embrión humano es un ser humano desde su concepción. No tiene valor científico la tesis pro-abortista de que el embrión (y luego el feto) es parte del cuerpo de la mujer embarazada. En la concepción surge un nuevo individuo de la especie humana, un ser humano distinto del padre y de la madre, único e irrepetible, capaz de desarrollarse de un modo gradual, continuo y autónomo. El embrión humano no es un ser humano en potencia, ya es un ser humano total, aunque pequeño en tamaño.
Todo ser humano también es persona humana, tiene toda la dignidad propia de cualquier persona humana y sus derechos inalienables, en especial el derecho a la vida.
Existe el deber moral de respetar la vida de todo ser humano, de toda persona humana inocente y en especial, el más inocente: el embrión; por lo tanto el aborto, por ser la eliminación deliberada de un ser humano inocente, es un crimen abominable.
Dado que existe el deber moral de respetar la vida humana, existe también el derecho humano a la vida. El Estado está para cuidar y promover el bien común de la sociedad y para ello, ante todo, debe defender los derechos humanos, en particular el derecho a la vida, necesario para poder ejercer todos los demás derechos humanos. De aquí se deduce que el Estado no puede permitir el aborto sin atentar gravemente contra su propia razón de ser. Por lo tanto el Estado debe prohibir el aborto y también debe penalizarlo adecuadamente.
Nuestra fe sobrenatural nos impulsa a reconocer a los niños no nacidos no sólo como animales racionales, sino también como seres creados a imagen y semejanza de Dios, llamados a ser hijos de Dios, fuente de toda razón y justicia. La Palabra de Dios no se opone ni contradice la razón humana, por el contrario, la afirma. El argumento de fe expuesto complementa y perfecciona los argumentos expresados con anterioridad.
En el Congreso de la Nación está a punto de dar comienzo el debate que pretende la despenalización del aborto y el reconocimiento de su práctica como derecho propio de la mujer embarazada.
La Red Federal de Familias pide y reclama a los políticos, legisladores y autoridades públicas, en concordancia con las peticiones elevadas por otros medios, que tengan el coraje de defender la vida humana desde el instante mismo de la concepción y hasta la muerte natural.
Convocamos a todos aquellos que, como nosotros, están convencidos de que la defensa de la vida y de la dignidad del hombre, en todas las etapas de su existencia, es esencial para la subsistencia de nuestra condición humana y de nuestra sociedad patria; y los invitamos a trabajar con decisión y vigor para evitar, concretamente, que matar a un niño por nacer sea legal e impune en la Argentina.
A los señores legisladores les pedimos que apoyen el proyecto de ley de protección integral de los derechos humanos de la mujer embarazada y de los niños por nacer, que impulsa la Red Federal de Familias, en trámite en la Cámara de Diputados (expte. 8516-D-2010), que ya cuenta con 30 firmas. Sin desconocer la realidad pero con sentido del bien común, el proyecto se ocupa de ambos (madre e hijo) y brinda soluciones concretas a las penosas situaciones invocadas para justificar el aborto, estipulando, entre otros beneficios, un efectivo sistema de apoyo médico, económico y psicológico a las mujeres que cursen embarazos conflictivos y/o se encuentren en situación de riesgo.