El Gobierno nacional quiere concluir su sistemático plan de destrucción de la familia antes de que se modifiquen las mayorías parlamentarias. La Cámara de Diputados comienza a estudiar los proyectos de ley que buscan legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las Comisiones de Legislación General y Familia convocaron a una reunión conjunta para estudiar los dos proyectos de ley que intentan legalizar el “matrimonio homosexual”. La reunión está prevista para el jueves 29 de Octubre, a las 10:30, en el 2º Piso del Anexo de la Cámara de Diputados. Expondrán durante la misma: María Rachid, asesora del INADI y presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), el constitucionalista Andrés Gil Domínguez y el Dr. Roberto Saba, rector de la Universidad de Palermo.
Según Infobae, Rachid le pidió la semana pasada al ministro de Justicia, Julio Alak, que el Congreso trate el proyecto de ley de “matrimonio homosexual” antes del 10 de Diciembre y Alak se comprometió a hablar del tema con la presidente y el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que meses atrás se manifestó a favor de la iniciativa. Anticipó además que el Gobierno nacional apoyará la Marcha del Orgullo LGBT del 7 de Noviembre.
Para rechazar el matrimonio homosexual pulse aquí o ingrese en:
http://www.notivida.com.ar/emails/AlertaHomomonio.html
Los proyectos
Expte. Nº 1854-D-2008 de Vilma Ibarra y Ariel Basteiro, ambos de Encuentro Popular y Social.
Expte. Nº 1737-D-2009 de los socialistas Silvia Augsburger (Santa Fe), Roy Cortina (Capital Federal) y Miguel Barrios (Santa Fe). Los kirchneristas bonaerenses Juliana Di Tullio, María del Carmen Rico, Remo Carlotto y Nora César. Acompañados por Leonardo Gorbacz (Proyecto Progresista, Tierra del Fuego), Marcela Rodríguez (Coalición Cívica, Buenos Aires), Eduardo Macaluse (Solidaridad e Igualdad, Buenos Aires), Norma Morandini (Memoria y Democracia, Córdoba), Claudio Lozano (Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur, Capital Federal), María Josefa Areta (Frente de Todos, Corrientes) y Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires, Capital Federal).
Afirma Ibarra que su proyecto “reconoce a las personas la libertad de elegir con quien asumir los compromisos de la convivencia en pareja, regulada en la institución jurídica y laica del matrimonio, otorgando entonces iguales derechos y obligaciones con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de distinto sexo (.) El derecho al matrimonio, institución civil y laica, y a llamarse matrimonio es un derecho de todos, sin distinción, y en democracia no puede ser un privilegio de unos con exclusión de otros. Por ello, lo que se propone es el cambio en la conceptualización de la institución jurídico civil del matrimonio. (...) El matrimonio como institución así construida es, como toda institución, una creación histórico social, no fija, y como tal ha sido regulada por el Estado”.
Dice el proyecto de Augsburger: “es una realidad innegable que las personas del mismo sexo conforman un nuevo tipo de familia en una sociedad en permanente proceso de cambio y evolución. La remoción de la barrera de desigualdad debe empezar por encontrar el lugar de reconocimiento y protección de esas parejas y familias en el Código Civil (.) Somos conscientes de que nuestra decisión marca un cambio en la historia de nuestra Ley matrimonial. Algunas personas de profundas convicciones religiosas, morales y éticas creen que el matrimonio debería estar limitado a la unión de un hombre y una mujer y que la conducta homosexual es inmoral (.) Nuestra obligación es definir la libertad de todos, no aplicar nuestro propio código moral (.) Nuestro proyecto, al equiparar los requisitos y efectos del matrimonio, sea conformado por personas de distinto o mismo sexo, incorpora la posibilidad de que matrimonios sin distinción sean sujetos de derecho de adopción (.) frente a una solicitud de adopción el juez ha de considerar irrelevante la preferencia sexual del adulto adoptante o de su cónyuge”.
Ambos proyectos desconocen que el matrimonio es una institución de orden natural y tergiversan el principio de no discriminación aplicándolo desasido de la justicia. Las uniones homosexuales se oponen a la fructificación del matrimonio mediante la transmisión de la vida y a la complementariedad interpersonal –varón, mujer-, tanto en lo físico como en lo psicológico.
-> Lic. Mónica del Río