La Orquesta Escuela de San Isidro continúa a pesar de las restricciones
El confinamiento social dispuesto para reducir la propagación del SARS-Cov2 hizo que la Orquesta Escuela de San Isidro tenga que ingeniárselas para continuar con su finalidad que es la enseñanza de música, su desarrollo artísticos y la inclusión social de los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Los profesores adaptaron las clases a los recursos remotos de plataformas digitales para que los chicos puedan seguir ensayando y tocando los violines, chelos, flautas y clarinetes.
"Desde un primer momento organizamos los grupos para que el proceso pedagógico siguiera su curso. Usamos todos los medios disponibles para vencer las distancias y mantener el espíritu social de la orquesta; que es el encuentro, amistad, aprendizaje y la pasión por el arte", contó Martha Sfriso, la creadora de la orquesta que incluye a 22 profesores y más de 400 alumnos.
"Queríamos seguir llegando a los chicos, acompañarlos, escucharlos, y darles otra mirada de la vida", indicó Alicia Vázquez Freire, profesora de flauta traversa, que está a cargo del taller para niños de entre 5 y 8 años.
Los profesores explicaron que cada alumno tiene una posibilidad de conexión diferente, por el dispositivo con el que cuenta y si puede conectarse por wifi o datos. "Trabajamos con las distintas realidades y nos adecuamos para sacar lo mejor de cada alumno", afirmó Vázquez Freire.
Con la práctica de la música, las partes del cerebro que más trabajan son las cortezas visual, auditiva y motriz. Entre sus principales beneficios se destaca que mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial. Incluso a largo plazo, hacer música reduce el riesgo de padecer problemas de memoria y de deterioro cognitivo en la etapa final de la vida.
Sobre la adaptación de los alumnos a esta metodología de estudio, el profesor de violín Sebastián Martínez señaló que "se realizó de forma muy natural y con gran entusiasmo", y que los docentes están disponibles en diferentes horarios para responder las inquietudes.
En medio de la cuarentena, los chicos de 12 años pudieron participar en el concurso de composición "Hey Mozart", que fue impulsado por el programa del ministerio de Educación bonaerense. Cada uno tuvo que crear una melodía que fue grabada, escrita y enviada.
