La Fundación Nosotros nació en San Isidro hace varias décadas a consecuencia de la experiencia de Blanca y RobertoMurall, quienes decidieron ampliar al familia que conformaban con cinco hijos biológicos, adoptando a chicos con discapacidad.
Su misión es trabajar junto a las personas con discapacidad intelectual, facilitando todo aquello que les mejoren su calidad de vida, promoviendo su inclusión y participación como ciudadanos de pleno derecho.
Con sedes en San Isidro, Escobar y Tigre, la Fundación ofrece actividades y capacitación buscando llevar a cabo su objetivo de permitir mejorar la realidad de quienes allí concurren.
En la visita que Portal UNO llevó a cabo, Patrica Dominguez, coordinadora del Centro de Día área Manzone, explicó que "los muchachos vienen de lunes a viernes de 8:30 a 16:30 y participan de una dinámica de rotación con una gama amplia de talleres, en el marco de actividades cognitivo-pedagógicas, recreativas y artísticas."
Las propuestas de participación tienen en cuenta sus intereses, ya que cada uno llega con gustos y realidades diferentes. De esta forma se busca potenciar los recursos que cada uno trae.
Reconociendo la capacidad de superación de las personas que concurren a la Fundación, Patricia, aseguró que "enfrentan la vida con una fortaleza y una resiliencia que es de admirar".
Gabriela Picatto, la profesora de Educación Física del Centro, comentó que los muchachos realizan natación, actividad física y salidas y paseos.
Ante la diversidad de edades y posibilidades de los concurrentes, la actividad busca que no pierdan movilidad. En una dinámica de rotación, se van trabajando las distintas funciones, capacidades, resistencias, actividad aeróbica, ejercicios específicos para distintos grupos musculares. "El espacio es grupal pero el trabajo es individual", acotó.
Otro de los talleres que se llevan a cabo en la Fundación es del de gírgolas, un tipo de hongo muy demandado por su calidad gastronómica y propiedades nutricionales.
Pacientemente los muchachos y las chicas van preparando el medio ambiente propicio para que crezcan estos hongos, que luego son envasados y vendidos, una actividad que permite asumir responsabilidades, trabajar en grupos coordinados y plantear objetivos comunes.
Luego de esa recorrida por los talleres, Blanca Murall señaló "siempre hemos dicho con mis hijos que no se hizo sola (la Fundación). Fue necesario comprender que toda la gente que nos ha ayudado fue porque confiaban en nosotros."
"Hace 33 años que formalmente somos fundación, pero hace 35 que adoptamos a mi primer hijo. Hay que seguir adelante 'a pesar de'. Hemos tenidos subes y bajas, pero la línea de la vida no es una línea recta."
Remontándose a los comienzos, Blanca asegura que "ellos nos fueron enseñando y, a la vez, nos fueron valorizando. Tuve cinco hijos biológicos que me hicieron muy feliz, pero tuve cinco hijos discapacitados que me hicieron mejor persona. Tienen un montón de valores que hay que vivir con ellos para darse cuenta. Y sólo pueden aflorar cuando hay un puente de amor".