En busca del objetivo que muchos ya conocen por boca de su fundador, el Dr. Abel Albino, CONIN forma una enorme red en el país que transforma la dura realidad de muchas personas, en especial los chicos, con método y sin pausa.
En Beccar, gracias a un acuerdo con la parroquia Cristo Redentor [Murature esquina Udaondo], CONIN con ayuda de la comunidad de La Merced y los muchos benefactores que participan activamente, construyó una sede que fue inaugurada el 21 de Mayo último para atender las necesidades de varios barrios carenciados que la rodean: San Cayetano, Sauce, Los Patos, Vareadores, Sauzalito y Uruguay.
La malnutrición -entendida no sólo en lo referido a la alimentación- que viven muchos chicos y la desvalorización que experimentan principalmente sus madres, en un entorno donde la droga y la pobreza se unen en un cóctel de dolor y marginalidad, son los grandes desafíos de la entidad.
Si bien el espacio es compartido con quienes realizan la catequesis y el apoyo escolar que ofrece la parroquia, Sin Distancias, Centro de Formación CONIN Beccar, aspira a ampliar la obra con un salón y dos oficinas más para que los frutos sean aún mayores en el trabajo conjunto.
Porque es mucho lo que hay para hacer y porque son comprobables los cambios positivos que se provocan en las madres y los niños luego de participar de sus programas, es que Sonia Jorrat, la directora, considera necesario seguir fortaleciendo la obra con dedicación, amor, voluntariado y organización.
"Aprendí a ver la vida distinta, a valorarnos y querernos más", "El grupo siempre fue unido y nunca me aburrí", son algunas de las frases elaboradas por las mujeres del grupo "Madres unidas" conformado para trabajar todos los miércoles junto a las estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad del Museo Social Argentino.
"Las estudiantes de 3º año desarrollan sus prácticas para desenvolverse con solidez en grupos al recibirse en la tarea social", señaló Laura Carone, docente de la cátedra Taller con Grupos, quien explicó que este vínculo institucional se generó a través de la lic. Sandra Ezquerra, que desarrolla trabajo social en CONIN y fue docente de la UMSA.
"El objetivo fue el empoderamiento de estas mujeres para el autocuidado, la autoestima para el desarrollo de vínculos sanos", sobre la base de los principios de la entidad anfitriona.
Partiendo de la premisa de que "lo malo lleva a lo malo y lo bueno lleva a lo bueno", Sonia relató luego a Portal UNO el trabajo que llevan adelante para romper con el círculo vicioso que lleva a los chicos a repetir la historia de sus padres, sea en la desvalorización, en las adicciones, en la apatía o en la marginalidad.
"Los destinatarios de la tarea de CONIN son las embarazadas y los niños desde el minuto cero -desde la gestación- hasta los 5 años de vida. Se trabaja con la mamá y el niño en nutrición y estimulación", entendiendo la estimulación (el amor, el juego y el contacto físico) y la alimentación como piezas fundamentales para la formación del cableado neuronal que hará de ese niño alguien con posibilidades de aprender y desarrollarse.
"Trabajamos con las familias más carenciadas que, muchas veces, no saben cómo pedir", señaló la directora, explicando que la entidad es instrumento para despertar a esas madres y que puedan emprender cambios positivos en sus vidas.
Durante un año las mamás participan con sus hijos de los encuentros permitiendo afianzar conocimientos sobre nutrición y estimulación, lo que no sólo mejora su realidad cotidiana sino que, además, las transforma en promotoras de este enfoque ante otras mujeres.
"La mayor riqueza que tiene CONIN son sus voluntarios. Debemos contar con profesionales rentados (pediatra, nutricionista, trabajadora social, estimuladora temprana y maestra jardinera) y todo el resto que acompaña con talleres cocina, manualidades, costura, psicología, ropero, se realiza con voluntarios.”
Una vez por semana, las mamás que participan de los talleres reciben un bolsón de alimento que colabora con la economía familiar y con la puesta en práctica de los conocimientos aprendidos para una buena nutrición, aprovechando sabiamente los recursos con los que cuenten.
Las mujeres son las grandes protagonistas de los cambios que propone CONIN en Beccar. "Son ellas las que transforman".
"Lo que más necesitamos son los voluntarios. Si tienen una hora por semana para nosotros son muy bienvenidos, los necesitamos en distintas áreas. Siempre hay un lugar que lo puede ocupar alguien, no es necesario ser especialista en nada, sólo tener ganas, amor y las puertas están abiertas."
"Tenemos 60 chiquitos y 55 mamás que nos necesitan a todos", detalló Sonia señalando que cuando ellas egresen se volverá a formar otro grupo a quien darle todo desde cero.