Encuentro para reflexionar sobre la violencia en San Isidro
Se realizó este lunes 2 de Octubre, desde las 17:30, en la plaza Mitre, frente a la Catedral de San Isidro, un encuentro organizado por EPAMM con el marco del Día de la No Violencia.
La Dra. Martina Antonini, titular de la entidad, dio la bienvenida acompañada por el Pbro. Juan Ignacio Ibáñez, asesor de Grávida, y por Ricardo Fontanet, vicepresidente de EPAMM y pastor de la Iglesia Cristiandad a las Naciones.
"EPAMM es un equipo de prevención del abuso y del maltrato de menores desde la concepción y hace 20 años que trabajamos", señaló Antonini, para luego referirse a la ideología de género, una compleja estructura que busca atravesar la estructura social, ignorando el orden natural y la familia.
"Queremos alertar a las familias para que no permitan que nadie forme a sus hijos, salvo ustedes. La ideología de género avanza porque es poderosa, porque hay mucho dinero y muchos intereses", advirtió.
"Cuando se hable de sexo, de religión, de política, en chicos chiquitos, no permitan que en los colegios opinen del tema. La ideología de género nos dice que desde los 4 o 5 años los chiquitos pueden elegir su 'género'."
"En Canadá salió una ley que dice que el padre que no permita 'elegir el género' a su chiquito, va preso y hasta se lo pueden sacar. Esto es la intromisión, una barbaridad, un horror, una vergüenza en el mundo, no sólo de la Argentina. Por eso pido a ustedes, mamás, papás, abuelos, que nadie pueda desviar sus chicos", expresó la titular de EPAMM.
Por su parte, el Pbro. Juan Ignacio Ibáñez, asesor de la entidad Grávida (dedicada a asistir y contener a mujeres embarazadas en riesgo de aborto), expresó que "el abuso destruye el ser del niño se está construyendo y el aborto completa la deshumanización. En el abuso y en el aborto hay una profunda deshumanización. Alguien que ha sido abusado es alguien que ha sido deshumanizado antes, ha recibido maltratos, no ha sido valorado suficientemente, o no ha recibido seguridad, aceptación y nutrición desde temprano."
"Cada uno de nosotros somos testigos de situaciones que vemos, que comprobamos, de abuso, de violación, de negligencia de parte de padres. Y en eso nosotros somos responsables también. Dios nos va a juzgar no por lo que sabemos, sino por lo que hemos hecho con aquello que sabemos. Si no s hemos ocupado de aquellas personas débiles, indefensas, frágiles, vulnerables, que necesitan de ayuda de alguien. Y eso es lo que EPAMM y los que estamos acá buscamos: darle la ayuda a aquel que nadie ve, que está tapado, es invisible."
"El aborto mata la vida del bebé, del papá, de la mamá, de los abuelos, de los hermanos. Una cantidad de gente sufre cuando alguien mata a un bebé", señaló el sacerdote refiriéndose luego a la importancia de brindar ayuda también a quien acarrea el dolor de haber abortado, un proceso difícil de sanación, pero necesario para salir adelante con integridad.
"Dos festejos, los 20 años de EPAMM, una organización que tiene raigambre en San Isidro contra la violencia y el abuso de los menores, y el Día de la No Violencia. La lectura del Evangelio de ayer (domingo) menciona a un padre que habla con sus dos hijos y uno promete ir a trabajar y finalmente no va. Y pensaba en el valor de la palabra, de la lucha, y de la misericordia y el perdón respecto de los actos que rechazamos", expresó el concejal Andrés Rolón, vicepresidente del Concejo Deliberante.
Seguidamente, Mariana RodríguezVarela relató cómo fue recogiendo buenos frutos de una iniciativa que postergó durante 20 años. Su interés en la defensa de la vida por nacer la llevó a difundir la imagen de un bebé de pocas semanas en gestación, buscando conmover a mujeres que pensaban abortar, para que desistieran de tal acto y optaran por continuar su embarazo.
Con evidente emoción, cada relato de cómo esa visión de un bebé provocó un saludable cambio en distintas mujeres con embarazos no buscados, que tuvieron a sus hijos y comprendieron que lo que parecía una solución (el aborto) era una tragedia, permitió a los presentes medir el impacto de ese compromiso personal.
Entre los relatos, Mariana citó el caso de Ariel, un hombre que estaba detenido en una cárcel cuya mujer estaba embarazada y al enfermar severamente los médicos le ofrecieron abortar para recibir un tratamiento. La mujer no quiso comprometer la vida de su hija y continuó con su embarazo. Lamentablemente la mujer falleció luego, pero aunque sea doloroso no tener a su madre con ella, la niña, Micaela, sabe que ofreció todo por salvarla.
"El 93% de los casos de embarazos por violación ocurren en la casa de la víctima. Es un pariente, un amigo, un tío, que viola reiteradamente. Ahora, cuando se ofrece como 'arreglo' de la situación el aborto, en realidad se pierde la posibilidad de saber quién fue el abusador y se devuelve a la víctima a la misma casa donde ocurrieron los hechos", acotó la activista instando a que se proyecten hogares apropiados para contener fuera de riesgo, a las menores en esa situación.
Durante la celebración de la misa, luego de la lectura del Evangelio según San Mateo, el obispo de la diócesis de San Isidro, monseñor Oscar V. Ojea, dijo "Nosotros los cristianos no defendemos la vida por filantropía o por compasión, defendemos la vida porque en ella está presente Dios, la huella de Dios. Porque todo hombre está llamado a recibir la plenitud de la vida cristiana, entonces, en este sentido, cada hombre es sagrado."
"Nosotros, imitando a Dios, somos guardianes de la vida, custodios de ella. Los designios del Creador, son designios de paz y no de aflicción ni de angustia. La paz es el primer fruto del amor, por eso es el primer fruto de la Pascua."
"Recuperar la transparencia de los niños, la capacidad de sorpresa y de admiración frente a las maravillas de la creación y frente al hecho mismo de la vida, recuperar la sinceridad de los niños, la espontaneidad, y el valor y la valentía de los niños. Hacerse como niños es volver a lo más genuino de la persona humana, volver a la humildad, que hace posible el diálogo con quien es diferente, algo fundamental para construir la paz", instó el prelado.
