En el mismo lugar donde en 1991 ocurrió el primer encuentro de voluntades para hacer la vida mejor de niños afectados con cáncer y sus familias, miembros de la Fundación María Cecilia de Ayuda al Niño Oncológico se reunieron para agradecer y celebrar.
Fue en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes [Posadas 312, Beccar] durante la misa oficiada por el párroco Guillermo Carbó este sábado 11 de Junio, que algunos de los protagonistas de aquel momento fundacional se emocionaron por todo lo sucedido en 25 años.
Los esfuerzos y las inmensas colaboraciones, las alegrías por grandes victorias, aunque también las lágrimas por batallas perdidas, pasaron por los ojos y los corazones de Osvaldo y María Ester -los padres de María Cecilia-, la niña que peleó como pudo contra una feroz enfermedad, pero que tuvo la fuerza necesaria para motivar la obra que nació luego de su muerte.
Entre los asistentes, además de personas que ayudaron -y ayudan- de muchas formas a la Fundación, hubo personas que supieron vivir duras experiencias similares y que, gracias a Dios, pudieron derrotar al cáncer.
"Se ve mucho crecimiento y un largo camino pero, a la vez, todo lo que falta por hacer", dijo a Portal UNO Sol Trotta, la hermana de María Cecilia y activa pieza de la Fundación. "El balance es positivo y se siente mucho orgullo, recuerdos y agradecimientos."
Con idéntica y profunda emoción, Osvaldo Trotta, expresó "El pedido de María Cecilia fue que, como había tanta gente ayudándola y que no la conocía, cuando se curara, ella quería hacer lo mismo por los demás", a lo que sumó Sol que "La Fundación es el sueño de ella cumplido. La extrañamos, pero la vemos en todos los chicos que están."
Luego de tantos chicos y tantas familias que pasaron por la Fundación y están bien, gracias a los esfuerzos hechos desde la Fundación, Osvaldo Trotta, señala categórico: "El esfuerzo valió la pena. Y como dijo Sol, creo que falta mucho todavía. El día que la política se involucre, ya que ahora no está involucrada, el sufrimiento para los chicos y para los padres será menor."
El párroco Carbó, en la homilía, reflexionó sobre la base del Evangelio, sobre la necesidad de que todo cristiano tenga la capacidad de hacer visible a aquellos que la sociedad se empeña en ocultar: pobres, ancianos, enfermos.
Con ese parámetro, ponderó la labor de la Fundación María Cecilia que, habiendo transformado el dolor en acción, ha podido hacer que muchas familias y chicos superen duras circunstancias de enfermedad.
"Igual que muchos otros, con mi esposa colaboramos en lo que pudimos en aquellos días en los que se buscaban fondos para que María Cecilia se curara. Lamentablemente no se logró. Pero ya sea con mi programa de radio en su momento o con Portal UNO, siempre he buscado colaborar con la Fundación y su obra por los chicos y sus familias. Hay muchas formas de hacerlo y son un gran ejemplo a seguir", señala Alberto Mora, director de Portal UNO Argentina.