Roberto De Vicenzo nació el 14 de Abril de 1923 en Chilavert (provincia de Buenos Aires) y ya a los 7 años jugaba al golf. "Me gustaba tanto -dijo una vez- que, en mi casa, agarraba un palo de mimbre y le pegaba a todo lo que fuera esférico".
De chico De Vicenzo preparaba la comida para sus hermanos menores, pero antes, temprano, ya se había sumergido en el agua helada de la laguna de alguna cancha rescatando pelotitas que le valían propinas para contribuir a la precaria economía familiar.
Ya de grande llegó a ser el mejor golfista argentino de todos los tiempos y uno de los 5 deportistas del siglo XX, según el voto del Círculo de Periodistas Deportivos, que lo ubicó ahí junto a Diego Maradona, Juan Manuel Fangio, Guillermo Vilas y Carlos Monzón.
De Vicenzo debutó profesionalmente en 1938 cuando con 15 años recién cumplidos jugó los primeros 36 hoyos del Abierto de la República Argentina, en Ituzaingó, pero no pasó el corte clasificatorio.
Llegó al Ranelagh Club en 1940 como asistente del profesional Armando Rossi. En 1942 ganó su primer torneo, el Abierto del Litoral, en Rosario. Ese mismo año consiguió, en el Gran Premio Westinghouse, en los Estados Unidos, su primer título internacional. En toda su carrera cosechó 251 títulos -es el profesional con más triunfos de la historia-, incluyendo los mundiales de 1953 (en pareja con Antonio Cerdá), 1962 y 1970 (individuales).
En el '70 obtuvo otra vez la Copa del Mundo, pero de local. "Sentí miedo, y lo digo en serio. Me tocaba representar a la Argentina, en la Argentina, y seguramente por última vez.", recordó.
En 1967 se adjudicó el Abierto Británico, el torneo más prestigioso del mundo, superando a figuras de la talla de Jack Nicklaus, Arnold Palmer y Gary Player. Tenía 44 años y ya se lo consideraba "de vuelta" y con pocas chances, pero él respondió ganando ese torneo y llegando primero al Masters de Augusta, en 1968, cuando convertido entre los 10 mejores golfistas del mundo y por un error en la suma de golpes de su tarjeta, quedó relegado al segundo puesto y perdió la chance del desempate. Ganó Abiertos nacionales de 16 países, en 42 ocasiones.
En 1974 fue campeón mundial de veteranos y en 1983 obtuvo su última gran victoria, en el Merryl Lynch Golf, en los Estados Unidos. En 1968 le otorgaron el premio "Richardson" al mejor jugador del año; en 1969, recibió el trofeo "Bobby Jones", otorgado por la Asociación de Profesionales del Golf de los Estados Unidos (P.G.A.) al mejor golfista del año; en 1970, lo designaron miembro honorario de la Royal Golfers Association. Es miembro honorario del St. Andrews Club (institución fundada en 1513 y creadora del deporte del golf) y en 1979 ingresó en el exclusivo Salón de la Fama del Golf de la Asociación de Profesionales del Golf de los Estados Unidos.
Su definición preferida: "Juego y siento una comunicación, la pelotita parece latir, eso sube por el palo y llega hasta uno mismo. El golf es esto, un sentimiento compartido".