Los martes y jueves, de 18:00 a 20:00, niños y jóvenes participan de las clases de Taekwondo en el Campo de Deportes N° 5 [Perito Moreno 2500, Villa Adelina].
Cada práctica, a la que asisten niños desde 5 años en adelante, se dividen en dos: por un lado, la parte física, que enseña la técnica, defensa y combate. Y por otro lado, la teórica, que integra el desarrollo emocional del alumno para que los alumnos pierdan el miedo, aprendan a autocontrolarse y también para que puedan logran una mayor confianza.
“El taekwondo conjuga elementos que llevan a la realización del ser humano en todos los sentidos. Los principios en que este arte marcial se basa lo hacen una disciplina fascinante que está al alcance de todos, sin importar edad o sexo”, afirma Fabio Di Biase, el maestro y director deportivo de las Escuelas Municipales de Taekwondo de San Isidro.
“Existen cientos de casos de niños que al practicar este deporte han mostrado cambios positivos en su conducta, en su casa, en la escuela y en el medio en que habitualmente se desarrollan. Este deporte va de la mano con la educación, y la disciplina que tiene que ver con el respeto”.
El taekwondo es un arte marcial de origen coreano, que se destaca por la variedad de técnicas de patada, mano, puño, codo, e incluso la rodilla. Además, está compuesto por técnicas de defensa personal muy variadas como agarres, bloqueos, luxaciones o barridos.
Con la práctica de este deporte se aumenta la resistencia cardiovascular, se mejora la resistencia y la fuerza muscular. También, aumenta la flexibilidad, se potencia el conocimiento del propio cuerpo, y se logra un mejor desarrollo de las capacidades de coordinación.
Además, los alumnos que concurren a las clases pueden incorporarse en el ámbito federativo para competir en un alto nivel. Muchos de los atletas sanisidrenses que forman parte de los equipos nacionales y que viajan por el mundo, surgieron de las Escuelas Municipales de Taekwondo de San Isidro.
Luego de realizar un ejercicio, Clara Ansedes de Villa Adelina, de 16 años, expresa: “Cuando vi que comenzaron las clases en este campo, no lo dudé un segundo y me anoté. Le agradezco al Municipio por la gran oportunidad que nos brinda, y ojalá que pueda llegar a ser como mi ídolo (Sebastián) Crisminach”.
“Más allá de los entrenamientos, formas y defensas personales, acá nos divertimos muchísimo y hacemos nuevos amigos”, concluye Candela Lois de Martínez, de 17 años.
Informes: 4512-3357.