Con el césped del estadio Arena Corinthians de San Pablo cubierto con una lona, una gran bola con efectos de luces y un desarrollo breve, poco creativo y en muchos momentos desincronizado, se dió apertura formal a la 20ª edición de la Copa del Mundo Brasil 2014.
Sin discursos oficiales, se estima por temor a los abucheos por el clima de agitación social que vive el país, minutos después de las 15:00 con un estadio que no estaba lleno, las luces y los grupos de bailarines, las reproducciones de instrumentos y las modestas coreografías no provocaron el asombro al que el mundo está acostumbrado para estas ocasiones.
Los 9 millones de dólares podrán ser muchos o pocos para una puesta de un acto inaugural, pero la falta de creatividad y tal vez el poco profesionalismo o la escasez de ensayo dieron por resultado una propuesta pobre y deslucida, a pesar del final con Claudia Leitte, Jennifer López (que casi no participaba) y Pitbull cantando la canción oficial.
Las redes sociales y los comentarios en los medios digitales son bastante uniformes en las críticas al primer paso de los organizadores de la copa 2014.
Ojalá el deporte -razón principal de la competencia- tenga más brillo.