En la final del 47° Abierto del Jockey Club de San Isidro, Copa Galicia Eminent venció a La Irenita Arandú por 15-13, en la antesala del Abierto de Tortugas, que comenzará dentro de nueve días.
En estos tiempos, cuando la primavera está a la vuelta de la esquina, hay hambre de buen polo. Después de nueve meses sin partidos del más alto nivel, se extraña la adrenalina que genera la Triple Corona en el ambiente. Y mientras se espera el plato fuerte que comenzará dentro de nueve días con el Abierto de Tortugas, la final del 47° Abierto del Jockey Club Copa Galicia Eminent ofició como un excelente primer plato. En un partido con un alto goleo y buenas acciones, mas una vez más la figura descollante de Adolfo Cambiaso, La Dolfina venció por 15-13 a La Irenita Arandú y se quedó con el torneo, cuya definición se disputó en la elogiada, por los protagonistas, cancha principal de la entidad sanisidrense.
Pese al susto final por la levantada del perdedor, que llegó a ponerse un gol abajo cuando quedaban un par de minutos en el tablero, el campeón manejó el partido de principio a fin. No hubo demasiado misterio en el andar de este equipo rioplatense en mitades (los primos David Stirling y Alejo Taranco son uruguayos): algo de orden, buenas intenciones ofensivas y mucho de Cambiaso. Muchísimo. Y como a él le gusta, con la presentación de varios caballos nuevos de su cría que marcaron diferencia. Varias hijas de Lapa -una de sus mejores yeguas en la conjunción entre la calidad propia y su efectividad en la descendencia- salieron a escena, como Panam, ganadora del premio de la tarde. Y, como agregado, el debut de Ácido en las canchas argentinas, el primer hijo jugador de Aiken Cura, aquel deslumbrante padrillo elegido como el mejor caballo en Palermo 2005 y 2006, fallecido en el verano de 2007.
Efectivo en los penales (hizo 5), Adolfito convirtió varios goles con esas corridas tan características de su parte, volando a máxima velocidad con la bocha siempre imantada hacia los mimbres rivales. La conversión de las faltas fue clave, ya que los jugadores de La Irenita fallaron mucho en ese aspecto, tanto que en el chukker final erraron consecutivos 60, 40 y 30 yardas que podrían haberle dado un suplementario al partido. Un detalle respecto de las faltas: los referís sancionaron muchas, tal vez demasiadas, y en especial no dejaron pasar ninguún grito para sancionarlo con un técnico. Un anticipo en este aspecto de lo que será la segunda Triple Corona bajo la era del silencio stampa impulsado el año pasado por la AAP.
La Dolfina campeón del Jockey con muchos goles, mucho Cambiaso y muchas faltas. La entrada de la Triple Corona 2011.