El sólido equipo de San Isidro se adapta a todo terreno; es capaz de golear así como de trabajar un partido áspero y cerrado, como lo hizo ayer frente a La Plata; triunfó por 20 a 17 y, aunque no obtuvo el bonus, quedó más cerca de las semifinales.
Estar a la vanguardia de las posiciones implica estar ejerciendo alguna supremacía frente a los rivales. Y para mantenerse allí hay que saber adaptarse a las diferentes exigencias que surgen cada fin de semana. Gustar y golear cuando hay margen para ello, o ponerse el overol y edificar el éxito con mayor esfuerzo. Eso es lo que viene realizando en el Top 14 el SIC, un equipo que fechas atrás arrasaba y se imponía de punta a punta y que cuando le tocó enfrentarse con pesos pesados no menguó en nivel. Como ayer, contra La Plata, al que derrotó por 20 a 17 en un encuentro que se asemejó a una final.
Equilibrado, cerrado y de mucho rigor físico. Así fue el desarrollo del partido, en el que las situaciones de contacto predominaron porque ningún equipo logró abrir el cerrojo defensivo del rival, excepto en los minutos finales de cada tiempo. Tal como lo reflejan los últimos resultados, los duelos entre zanjeros y canarios suelen ser de dientes apretados y con emoción hasta la última jugada, como en la recordada definición de la temporada pasada, como ayer.
Si bien el SIC ganó esta batalla, pocas veces encontró inspiración como para sacar una diferencia, aun mínima. Con un López Mañán imparable comenzó a romper la defensa platense y allanarse el camino al in-goal. Pero la zambullida llegó sólo a los 36 minutos del primer tiempo, mediante Borghi, luego de que Bruzzone jugara rápido un penal en cinco yardas. Sin embargo, La Plata contestó pronto con un ataque profundo de sus forwards, que generaron un hueco para que Postiglioni igualara en 10.
La en tiempo adicional, previamente a la conquista de Domínguez, se pudo ver un presagio de algo que tendría incidencia en el desenlace. Porque el anfitrión halló la forma de doblegar a su oponente: el uno contra uno. Ese descubrimiento terminó siendo un aliado, incluso cuando el partido tomó temperatura y el árbitro Anselmi mostró amarillas (cuatro en total).
El segundo capítulo no ofreció mucho más. Pese a que el SIC estaba arriba por 20-10 (la mayor diferencia del encuentro), la paridad siguió siendo una constante, y por más que La Plata ganó en confianza, descontó sólo a los 36 minutos con un try de Oviedo. Cualquiera sea la exigencia, La Zanja , un equipo completo, continúa defendiendo la punta del Top 14.
