Siete minutos más tarde, otra vez Rosasco volvió a hacer de las suyas, gestando la maniobra en una de las puntas para que José López Mañan la defina en la otra, tras recibir la asistencia de Santiago Artese que emprolijó la jugada para que los zanjeros quedarán 12 a 3 arriba.

Por aquel entonces, la diferencia no era más amplia por la falta de pericia de Bernardo Scuderi en los intentos a las haches, que derivó en el cambio de pateador por Santiago Méndez. Así, el full back local volvió a descontar, pero nuevamente apareció el endiablado wing para generar la tercera conquista que capitalizó Cristián Etchart al quitarse dos marcas de encima.

Sin embargo, cuando el primer tiempo se moría, los de Tortuguitas apostaron al line y maul para que Nahuel Neyra zambulla su humanidad en la zona prohibida, y de esta manera irse al descanso con un 19 a 13 que sabia a poco para la visita por lo expuesto en el verde césped.

En el complemento las cosas cambiaron porque Alumni evitó el contacto con los forwards y liberó la pelota a la puntas para que Martín Bottini coronara una excelente jugada de los backs, para pasar al frente por la mínima.

Sentido en su orgullo y sabiendo que no podía dejar pasar otra chance, el SIC se lanzó en búsqueda de la victoria que llegó a partir de la astucia del propio Rosasco para aprovechar un desajuste defensivo y, luego de llevársela de rastrón, se lanzó en palomita para dejar el score 26 a 20.

El penal del pumita Santiago Méndez fue el golpe de knocaut para un rival que intentó por todas las vías -increíble la acción en la que Franco Sabatto no pudo apoyar- pero que acabó con el campeón levantando su chapa de candidato, mientras espera por sus principales figuras. Por lo pronto tiene a Rosasco y, en este nivel, marca claras diferencias.