Los que necesitan cotidianamente monedas -principalmente los que viajan en colectivos- están en problemas. Si bien estos preciados elementos se esfuman rápidamente de las manos con los viajes de los chicos para el colegio, los trámites y compras son, desde hace un tiempo, más escasos que una brisa cálida en pleno invierno.
En los bancos, después de hacer una larga cola, los cajeros ponen cara de circunstancia y dicen que no tienen más que 5 o 10 pesos para dar (hagan la cuenta los que no toman colectivos cuántos viajes se puden hacer a razón de 1,00 o 1,25 por boleto), en los comercios dan el vuelto si pueden o, si uno es cliente, quedará a cuenta para una próxima compra.
Y los que consiguen monedas tratan de no gastarlas, ni decir que tienen, porque saben del esfuerzo que implica conseguirlas.
Hasta aquí la situación diaria de los ya maltratados ciudadanos que necesitan -irremediablemente- de esas monedas para depositarlas en las máquinas expendedoras de boletos de los colectivos. (Quedará para otra ocasión un comentario sobre el funcionamiento de esas máquinas)
Lo que está por estos días corriendo de boca en boca, es que la razón de que los bancos no tengan monedas se debe a que... las tienen los supermercados chinos.
Cuando escuchamos esta versión nos llamó la atención, pero pensamos que tal vez estaba naciendo un nuevo mito urbano. Pero unos días después un cajero de una entidad bancaria de San Isidro nos dijo lo mismo: "Las tienen los chinos. Pagan un 10 o un 15% más de lo que valen".
Este fin de semana nos lo comenta un comerciante que dice ser conocido de un chofer de una empresa de colectivos local. Parece que frente al gasto que implicaba contratar a empresas trasportadoras de caudales, decidieron aceptar la oferta de los orientales: ellos se llevan las monedas y pagan en billetes el valor (no sabemos si con algún porcentaje agregado).
Desconocemos si esto constituye delito aunque sería bueno investigarlo. Tal vez, ante una transacción sin papel alguno, estén quedando impuestos que el Estado no puede recaudar... Si esta fuera la fisura de esta modalidad, habría que aprovecharla.
Al menos para evitar que conseguir una moneda sea... una dificultad más.