Una constante se da en muchos países con relación a la pirámide poblacional: Aumenta la cantidad de ancianos y cada vez nace menos gente.
Como una de las consecuencias de esta situación, los aportes de la población activa no alcanzan para que los Estados afronten el sistema jubilatorio.
Ante este escenario lo que ha venido sucediendo –con no pocas presiones de organismos internacionales- es la suba de la edad y de los años de aportes para poder jubilarse.
La estadística revela que hace unas cuantas décadas las personas vivían menos tiempo, con lo que el Estado sólo debía pagar jubilaciones durante algo menos de 10 años. Ahora, con una esperanza de vida mayor el sistema cruje en el mundo porque hay que pagar durante más tiempo y la política sólo sabe hacerle pagar las consecuencias al adulto mayor demorando su edad jubilatoria y/o exigiéndole más años de aportes.
Es claro que países despoblados, incultos, endeudados y sin proyectos serios son fáciles de someter a los designios del poder internacional. Sus riquezas, posibilidades y decisiones soberanas siempre estarán desprotegidas y condicionadas.
El camino más inteligente sería contar con gobiernos que pongan toda la energía en la promoción de la natalidad y el apoyo a las familias para su estabilidad y desarrollo.
En lugar de estimular la despoblación (incluso de países casi vacíos), el aborto, los negocios con la anticoncepción y el desprecio por la presencia de la mujer en el hogar, la verdadera política debería impulsar subsidios, facilidades, sistemas de promoción y otras estrategias.
Algunos resultados demorarían no menos de 25 años, pero llegarían sin ninguna duda.
Europa: Cada vez más viejos, cada vez menos jóvenes
Además de que en Europa el suicidio es la segunda causa de muerte entre personas de entre 15 y 19 años, vale ver qué sucede en algunos países en relación con la pirámide poblacional.
En 2017, había en el Viejo Continente más de 100 millones de personas mayores de 65 años, frente a 85 millones que había en 2008 y los 38 millones en 1960. Las proyecciones de la Comisión Europea prevén que la cifra llegue a los 149 millones en 2050.
En Francia hace 49 años que el Índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) está por debajo del 2,1, lo que le impide mantener estable su población. La densidad poblacional está en 124 habitantes por km2 (puesto 95 en el mundo).
En ese país, el primero al que viajó la nueva canciller argentina Diana Mondino, el presidente Emmanuel Macron -pese al rechazo del 66% de los franceses- retrasó la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y para 2027 se exigirá aportar un año más (43) para cobrar una jubilación completa. En este país la esperanza de vida ronda los 82 años.
Francia tiene 17 millones de jubilados a los que debe pagarle más de 330.000 millones de euros anuales en prestaciones.
En España, donde la esperanza de vida está en los 83 años y el Estado eroga 200.000 millones de euros en pensiones, la edad de jubilación va a cambiar en los próximos años a raíz de una reforma legislativa, por lo que los 66 años y 4 meses se irán incrementando hasta alcanzar la exigencia de 67 años en 2027.
En 2022 hubo un descenso del 2,40% en la cantidad de nacimientos y el Índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) está en sólo 1,16. España tampoco puede mantener la población.
Para empeorar el panorama hay que considerar también que el suicidio es primera causa de muerte en personas de entre 12 y 29 años.
Italia tiene una esperanza de vida alta y una escasa cantidad de nacimientos. En 2022 sólo nacieron 393.000 niños. Allí las mujeres tienen su primer hijo, en promedio, a los 31 años de edad y en el 41,5% de casos siendo solteras.
El ISTAT (El INDEC italiano) predijo que Italia podría pasar de los escasos 58 millones de habitantes de principios de 2022 a 54 millones en 2050 y 47 millones en 2070. En un pequeño intento de frenar esta pendiente, la primera ministra GiorgiaMeloni impulsó en el presupuesto la reducción de impuestos sobre las ventas de productos para el cuidado de los bebés y el aumento de las prestaciones por hijos.
Alemania exige aportes durante 45 años para jubilarse, lo que ocurrirá desde 2029 a los 67 años. Para 2060, se prevé que uno de cada tres habitantes sea un jubilado lo que hace difícil el financiamiento del sistema, a pesar de que la fuerza laboral es grande.
En el Reino Unido se introdujo un vínculo automático entre el aumento de la esperanza de vida y la edad de jubilación, lo que condujo a una edad legal de jubilación de 67 años para 2028 y de 68 años para 2039.
En América no es distinto
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (O.C.D.E.)insistió con que en México el aumento en la edad jubilatoria no es suficiente para equilibrar el sistema ante los efectos del envejecimiento demográfico del país. El nivel de informalidad en el mercado de trabajo es tan alto que más de la mitad de los trabajadores mexicanos no accede a la seguridad social y sólo el 10% de los trabajadores cumple con los 24,4 años de aportes para jubilarse.
Estados Unidos de América, un país con casi 340 millones de habitantes que tienen una esperanza de vida que cayó a 76 años, la edad de jubilación está entre 62 y 70 años. En este país el Índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) de 1,66 por lo que tampoco puede mantener su población constante. A esto se suma que el suicidio y el homicidio son la 2ª y la 3ª causa principal de muerte entre la población entre 10 y 24 años.
En Uruguay, donde la esperanza de vida ronda los 75 años, los ciudadanos se jubilan de acuerdo a si nacieron antes de 1973, entre 1973 y 1976, y después de 1976. Eso establece un régimen de más o menos exigencia de años de aportes y edades que van entre los 60 y los 70 años. El país que gobierna el abogado Luis Lacalle Pou tiene sólo 19 habitantes por Km2.
En la Argentina, donde el Índice de Fecundidad cayó estrepitosamente de 3,3 en 1980 a 1,5 en 2021, hay una densidad poblacional de sólo 16 habitantes por km2.
De los 46.234.830 habitantes del país el 12,4% (5.732.758) son jubilados.
A esto debe agregársele que los “hechos viales” son la primera causa de muerte entre 14 a 29 años y el suicidio la segunda de los jóvenes de entre 15 y 19.
La fecundidad en el mundo
En 97 países, casi la mitad de los que hay en el mundo, el Índice de Fecundidad es insuficiente para mantener la población constante:
Albania, Alemania, Andorra, Antigua y Barbuda, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bahamas, Bangladés, Barbados, Baréin, Bélgica, Belice, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Brunéi, Bulgaria, Bután, Cabo Verde, Canadá, Qatar, Chequia, Chile, China, Chipre, Colombia, Corea del Norte, Corea del Sur, Costa Rica, Croacia, Cuba, Dinamarca, Dominica, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estados Unidos de América, Estonia, Finlandia, Francia, Georgia, Granada, Grecia, Hong Kong, Hungría, India, Irán, Irlanda, Islandia, Italia, Jamaica, Japón, Letonia, Líbano, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Malasia, Maldivas, Malta, Mauricio, México, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Nepal, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Palaos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía, Rusia, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Serbia, Singapur, Sri Lanka, Suecia, Suiza, Tailandia, Trinidad y Tobago, Túnez, Turquía, Ucrania, Uruguay y Viet Nam.
Fuentes: Le Grand Continent / Datos Macro / El Cronista / El país / Deutsche Welle / CNN / Euro News