En personas que no han sido cooptadas por las definiciones recortadas que ofrecen las muy financiadas organizaciones internacionales, la sana consideración del feminismo es, por lo menos, un error.
Aunque se ha buscado por todos los caminos imponer que el "ismo" asociado al hombre (al "macho") es radicalmente malo, pero que el "ismo" unido a la mujer es bueno, tales miradas son puramente ideológicas y buscan adoctrinar a la sociedad en contra de una visión armónica, constructiva, de la sociedad.
En el perverso ejercicio de la manipulación no ha dejado de señalar caprichosamente que feminismo no es lo contrario de machismo y que mientras el primero "reivindica la igualdad", el otro propone la "superioridad de los varones". ¿Por qué es así? Porque el fanatismo ideológico lo determina.
Ni el feminismo es bueno ni machismo lo es
La mirada totalitaria del feminismo que sostiene falsedades y empuja legislaciones desparejas siempre está unida al dinero. Hay ideología y fanatismo, pero sin Estados que los financien y promuevan, no crecerían en sus destructivas acciones.
- El feminismo no promueve otra cosa más que un ataque (más frontal o más solapado) al hombre. Lo quiere sumiso, lo quiere desdibujado, lo quiere obediente, lo quiere... "feminista", es decir, quiere hacer con él lo mismo que dice exageradamente que él hizo siempre con las mujeres. Y eso sólo es búsqueda de poder y de dinero (si no hubiera dinero no darían un paso), y no una forma de construir una sociedad más justa.
- El feminismo se opone a la custodia compartida de los hijos y promueve que la justicia encuentre en el hombre algo que pueda ser considerado una manifestación de violencia para perjudicarlo.
- El feminismo promueve las denuncias falsas para alejar a los padres de sus hijos y estimula la dilatación de los plazos para la revinculación de padres e hijos.
- El feminismo impuso la desigualdad ante la ley con el concepto de "femicidio" (un ridículo pero funcional neologismo) que fija mayores penas para quien mate a una mujer o a un allegado a ella, por encima de quien mate a un niño o un anciano.
- El feminismo desecha los méritos o capacidades de las mujeres y presiona por el establecimiento de cupos por la portación de genitales (o por parecer mujer).
Es el feminismo el que presiona para que se legisle -siempre con mentiras y corrupción- a favor del aborto que no sólo DESTRUYE MUJERES ANTES DE NACER, sino que daña a sus madres en su cuerpo, su psiquis y sus emociones.
El desprecio del valor fundamental de la familia que ejerce desde hace décadas y de muchas formas el Estado y lobbistas del consumismo, empuja a que se considere una tarea menor ser madre y ama de casa. Este plan sistemático sólo le hace el juego a organismos internacionales que usan a las mujeres para que sean engranajes de la maquinaria laboral: no quieren que se embarace, no quieren que se case, quieren que produzca dinero y no que sea la pieza fundamental de una familia fuerte.
Entender que de la misma forma que el machismo hace daño el feminismo ataca a las mujeres convenciéndolas de que los hombres son todos violentos, todos violadores, todos insensibles, todos injustos, es básico para salir del engaño que los 8 de marzo y otros días del año bombardea a la sociedad.
Es falso que una mujer cobre menos dinero que los hombres por hacer la misma tarea y con la misma intensidad. Es falso que una mujer hoy no consiga un trabajo por ser mujer, fuera de algunos que por sus características requieran de las condiciones masculinas. Es falso que los hombres sean por naturaleza violentos, por el sólo hecho de ser genéticamente más fuertes. Es falso que trabajar afuera de la casa sea más importante que gobernarla, siendo una presencia activa y amorosa de los hijos.
Finalmente, vale recordar que desde las filas del feminismo surgió la invención del "género", una bolsa de gatos que amontona a las mujeres con polimorfas manifestaciones de la homosexualidad. Una anticientífica elaboración que sólo ingenuos o cómplices pueden asociar a "mujer" cuando se menciona aquello de violencia "de género".
La paridad "de género", por ejemplo, parece que habla de proporciones iguales de hombres y mujeres, pero se trata de habilitar (imponer) que haya gente que "parece" ser lo que la naturaleza niega, al tiempo de desechar la capacidad, el mérito, para ser parte de un espacio legislativo. Tal paridad, entonces, es un deliberado ataque al hombre, a la capacidad y a las leyes naturales.
Con la complicidad de los medios de comunicación -cuando no- el término "machismo" es tomado por muchos como un sinónimo de violencia, injusticia, intolerancia, mientras que la palabra "feminismo" es utilizado como un elogio, una búsqueda de justicia y de protección. Esta manipulación es, sin dudas, una derrota del sentido común y un deliberado ataque a la verdad.
Descartando de plano la equivocada idea de que el feminismo es algo bueno, corresponde a las personas que buscan una sociedad realmente justa, integradora, respetuosa y constructiva, proteger siempre a las mujeres, a los ancianos, a los niños, a los hombres, a los enfermos, a los más vulnerables, desde el instante de la concepción y hasta la muerte natural.
-> Alberto Mora