En una muestra más del interés en la destrucción de la sociedad argentina, se anuncia el comienzo de la novela "El primero de nosotros" en canal 11, denominado Telefe desde 1990 y propiedad del grupo extranjero ViacomCBS.
Según trascendió, lo que motoriza inicialmente la serie es la noticia de la grave enfermedad del personaje que interpreta el chileno Benjamín Vicuña Luco (43), uno los integrantes de un grupo de amigos cuarentones.
Pero con el transcurrir de los días el canal comenzó a promocionar la novela con distintos personajes que anticipan su confesión personal. Así aparecieron Damián De Santo (52), que simula ser un Don Juan y es homosexual, Mercedes Funes (43), que simula tener un matrimonio feliz, pero le es infiel a su marido y Jorgelina Aruzzi (47), la que no quiere un hombre a su lado pero quiere un hijo (que será por la ilegal subrogación).
Conociendo la militancia que ejerce el canal local y su propietario por temas contrarios a la vida, la decencia y los valores, no extrañará que aparezcan abierta o solapadamente temas como el suicidio asistido y/o la eutanasia, el aborto o el consumo de drogas, entre otros.
La certeza sobre lo que sucederá podría basarse también en que el guionista Ernesto Korovsky es quien creó "100 días para enamorarse", la serie que en 2018 incluyó el aborto, la transexualidad, la "diversidad" de familias, la homosexualidad, las drogas, entre otras cuestiones.
Como es sabido, las tiras de televisión suelen no estar todas escritas y se van desarrollando siguiendo los vaivenes del oscilante y discutible rating. Es por eso que, conforme se inserten temas "delicados" que provoquen debates (en especial en programas de la misma señal), la historia puede profundizar en la provocación y la bajada de línea ideológica.
Además del resto de los medios más consumidos, la televisión argentina (no sólo Telefe), desde hace varias décadas, busca naturalizar toda clase de perversiones y cuestionar cada pilar en pie de la sociedad, como sucedió con el tema del aborto, en especial en 2018.
Es así que la homosexualidad aparece con absoluto desparpajo en conductores, columnistas, actores, guionistas, productores, al punto que pareciera casi imposible encontrar un programa conocido que no tenga al menos uno ya confeso militante.
Las historias de sus novelitas tienen guiones que atrasan por donde se las mire, planteando prejuicios sociales y realidades inexistentes, además de mal actuadas.
Los noticieros tienen presentadores y periodistas de escasa formación (además de paupérrimo vocabulario) que los lleva a no tener recursos para comentar o preguntar, afectos a burdas humoradas entre ellos y que parecen solo "cumplir" con la función para poder cobrar su sueldo sin verdadero compromiso con la verdad, la información o las situaciones a las que se enfrenta la gente.
El escándalo de bataclanas, la simulación, las vanidades, el afán de hacer todo "divertido" y el abandono total del interés por elevar culturalmente a la sociedad, son piezas básicas de una televisión mayoritariamente vulgar y efímera.
Para poder encontrar una producción original, atractiva y, tal vez, valiosa, es preciso huir de los horarios más competitivos de los históricos canales "de aire" para encontrarse con algún programa recomendable. Hay señales de cable locales que tienen propuestas periodísticas y culturales de respetable calidad que deben ser redituables, habida cuenta del tiempo que hace que emiten y sin transitar las perversiones mencionadas.
Lógicamente, fuera de los programas aparece la publicidad, que también hace su bajada de línea fuertemente ideológica, mostrando realidades sociales minoritarias como protagonistas y buscando naturalizar los mismos nocivos mensajes.
Nota: ViacomCBS es el poderoso multimedio internacional integrado por Paramount Pictures, MTV Networks, Comedy Central, BET, Nickelodeon, Logo (LGTB), empresas de videojuegos y discográficas, que compró TELEFÉ en 2016.