Los niños y jóvenes están en problemas en la Argentina
Nuevamente se avecinan elecciones en el país y todos ven cómo se intensifican las noticias sobre alianzas, conveniencias, candidaturas, acusaciones, planteos y distritos electorales.
La clase política teje y desteje otra vez sus estrategias con frases de ocasión, chicanas y sus tradicionales volteretas.
En tanto, pocos piensan en que muchos ciudadanos llegan a las urnas –y no por primera vez- sin saber no sólo quiénes son los candidatos realmente, cuáles son los cargos a ocupar y qué proponen para ello, sino careciendo de la mínima formación para comprender otras cosas de la vida cotidiana que estarán en juego.
La sistemática y creciente pobreza, las adicciones a drogas y su permisividad oficial, y la caída sostenida del sistema educativo –en especial el público- que se registra desde hace MÁS AÑOS DE LOS QUE TIENEN LOS QUE VOTARON 8 VECES EN LEGISLATIVAS, hace suponer que los que ingresan al cuarto oscuro difícilmente puedan entender la magnitud del desafío cívico.
El 62,9% de los menores de 14 años (casi 7.000.000 de niños) en el país viven en la pobreza en la Argentina (datos de fines de 2020) y es en el conurbano bonaerense donde la situación es peor aún, ya que el 72,7% de los menores son pobres.
Específicamente, entre los 15 y los 29 años, la pobreza alcanza al 51,7% de la población. Se trata de 5.500.000 de personas.
El 55% de los estudiantes que entran al colegio secundario no lo terminan, sólo el 60,7% de los estudiantes de primer año del nivel secundario llega al último año en el tiempo esperado, y de los que terminan más del 60% no sabe resolver una cuenta simple.
En lo referido al consumo de drogas, la población de 12 a 17 años es la que más creció en consumidores. En comparación con hace una década, se triplicó el número de jóvenes que alguna vez consumió cocaína. Mientras el inicio en el consumo era a los 16 años, hoy es a los 14 y medio.
El 63% de los niños de 4 a 12 años y el 43,9% de jóvenes entre 13 y 17 años no tiene computadora.
El 27,8% de los niños de 4 a 12 años y el 9,2% de jóvenes entre 13 y 17 años no tiene conexión a Internet.
El 49,8% de los niños de 4 a 12 años y el 11,9% de jóvenes entre 13 y 17 años no tiene celular.
Casi 1.000.000 de jóvenes no estudia, ni trabaja, ni busca trabajo, lo que representa el 16% de los jóvenes totales del país. Y los jóvenes desocupados son el 40% de los desocupados totales.
CADA CIUDADANO VA A VOTAR CONSIDERANDO LA REALIDAD QUE PUEDE COMPRENDER
Si alguien tiene información (no sólo la que ofrecen los medios de comunicación), espíritu crítico, un nivel educativo medio o superior, tal vez pueda evaluar candidatos, trayectorias y otros aspectos de la realidad general del país, para elegir a uno y no a otro.
Pero si carece de conocimientos básicos y pilotea como es posible la situación de escasez, y está relativamente entero y motivado para superarse, votará en un sentido. Y si su pobreza se unió a la marginalidad, a las adicciones y la ignorancia, posiblemente sea uno de los tantos beneficiado por subsidios oficiales, lo que puede inclinar su voto a "agradecer" el plan, aunque no lo saque del pozo.
Por otra parte, valga decirlo, la escolaridad completa y el no consumo de drogas no dan carnet de sentido común. Un medio ambiente abundantemente adoctrinado con ideologías -como las que propone el actual gobierno nacional o bonaerense-, también limitará las posibilidades de ver más allá de su ombligo.
Seguramente habrá quienes ven en los constantes números de la pobreza, en la ineficacia gubernamental para recuperar la educación pública a los niveles de hace 80 años y en la excesiva "tolerancia" hacia el consumo de drogas y alcohol, una estrategia, un plan para la perpetuación de regímenes populistas y totalitarios. Todo es posible.
[Fuentes: Ministerio de Trabajo y Producción - SEDRONAR - La Nación - Infobae - UNICEF - Las Tunas ONG]
