En la Argentina se calcula somos unos 43.000.000 de personas (proyección de los datos del último censo nacional) que vivimos que vivimos en los 2.780.400 km2 que tiene el país.
Haciendo las cuentas resulta que la densidad poblacional de la Argentina es de sólo 16 habitantes por kilómetro cuadrado, algo similar a la densidad de países como Noruega, Paraguay, Nueva Zelanda o Nigeria.
Si nuestro país creciera en población (por supuesto resolviendo urgentemente los escandalosos niveles de pobreza) y llegáramos al doble de la población (similar a Alemania que tiene algo más de 80 millones de habitantes), apenas llegaríamos a la densidad poblacional de la República de Congo.
Como es sabido, en la provincia de Buenos Aires se concentra una parte importantísima de la población nacional: vive casi la mitad de la Argentina (el 46%). Por eso la provincia tiene una densidad poblacional de 53 habitantes/km2 (similar a Nicaragua o Panamá).
El resto de la Argentina (sin Buenos Aires) se queda con 9,6 habitantes por km2 (una densidad poblacional similar a Rusia o Bolivia).
La paradoja es que, se calcula que la Argentina puede producir alimentos para 400 millones de habitantes (casi 10 veces su población), pero "luce" un incomprensible tercio de pobres (y podría ser más por esas cosas de los métodos de cálculo).
San Isidro, por su parte, tiene unos 300.000 habitantes que viven en 48 km2, lo que lleva a una densidad poblacional de 6.250 habitantes por km2 (no muy lejos de las ciudades de Londres, México DF, Hong Kong o Beijing).