Como se ha visto y escuchado en los últimos días, la población está a favor de la lactancia materna -al mismo nivel que la medicina- como la mejor acción en favor del crecimiento sano de un bebé.
Aunque es clarísimo que ninguna disposición, ley u ordenanza impide que un ser humano sea alimentado en cualquier ámbito con leche de mujer directamente de su pecho, muchos aprovecharon la circunstancia de un hecho aislado para manifestar su rechazo a la incomprensible actitud de dos mujeres de la policía bonaerense en una plaza sanisidrense.
Actrices, periodistas y modelos fueron impulsadas a expresar su apoyo a la lactancia e incluso en un canal de televisión de Rio Negro, deliberadamente, aparecieron mujeres periodistas amantantando a sus bebés en cámara.
La municipalidad de San Isidro, a través del intendente Gustavo Posse, expresó su rechazo a lo sucedido junto al mástil y se ocupó de formalizar un trato con el gobierno provincial y FUNDALAM para que se capacite a los miembros de la fuerza policial. Posse fue, incluso, más allá buscando que las mismas mujeres luego de ser debidamente instruidas se ocupen de ser promotoras de la lactancia en la etapa formativa de la Policía Local.
Por su parte, los concejales sanisidrenses aprovecharon la circunstancia para señalar lo ya sabido: "que la lactancia materna es un derecho de las madres y es un componente fundamental del derecho de los niños a una alimentación adecuada y al cuidado de la salud".
Entre las curiosas reacciones frente al caso de la madre a la que se le impidió amamantar a su hijo aparecieron personas que no les parece del todo correcto que se llegue a ver algo del seno y que una mujer debería organizarse para no tener que alimentar a su hijo en un lugar público. Por supuesto, del mismo modo que fue excepcional lo sucedido en San Isidro, también es de excepción que alguien ponga condiciones al amamantamiento.
Quien vea como un acto de exhibicionismo el amamantamiento debe, sin dudas, revisar algunas cosas personales.
Mas que el derecho a dar de mamar que tiene una mujer -que sin dudas lo tiene-, es el derecho a ser alimentado que tiene el hijo lo que debe ser preservado. Es el hijo quien, por leyes y disposiciones claramente establecidas, tiene derecho a la la vida, la protección y al cuidado que permitan su sano desarrollo e integración.
Vale, al mismo tiempo, esperar que este sábado 23 en San Isidro no se transforme una original medida de protesta por un hecho lamentable y de excepción, en un desborde exhibicionista de senos ante medios de comunicación, politicos, activistas y curiosos.
El decoro y la prudencia (tan ausentes en medios y políticos por cierto) deberían poder ubicar en el lugar adecuado, correcto, moderado y respetado, el acto de amamantar luego de lo sucedido.