El insólito caso del bebé que no pudo ser amamantado por su madre junto al mástil de la calle Belgrano y Acassuso, en San Isidro, provoca sorpresa, indignación y, por supuesto, una oportunidad para que algunos hagan uso político del mismo.
Sintéticamente (para los que no se enteraron) los hechos refieren a Constanza Santos, quien encontrándose con su hijo ya en horario de alimentarlo, decidió sentarse en uno de los bancos de la plazoleta del mástil del centro comercial de San Isidro. Casi inmediatamente dos mujeres integrantes de la policía bonaerense, que cumplen funciones en la denominada “Policía Local”, le impiden amamantar a su bebé con el argumento de que está prohibido.
La joven madre no acepta tal imposición y pide ayuda a dos policías hombres que estaban cerca y sólo recibe risas y desprecio por su reclamo.
Posteriormente quiso denunciar lo ocurrido en la Comisaría de la Mujer y la denuncia no le fue tomada (tal vez porque el abuso fue producido por mujeres o por policías, vaya uno a saber...)
A partir de la difusión de lo sucedido surgieron varios hechos:
La mayoría de la población se solidariza con Constanza Santos y rechaza la caprichosa e injustificada intervención policial.
Algunos señalan que esto ocurre por la escasa formación que reciben los miembros de la policía bonaerense.
Medios de comunicación de diversa magnitud confunden el programa “Cuidado Comunitario” (que es municipal y funciona desde hace más de 15 años) con la Policía de la Provincia de Buenos Aires que integra la “Policía Local” (iniciativa de Julio de 2014 del ex gobernador Daniel Scioli). En las últimas horas hubo una nota de un canal de televisión de Buenos Aires que señaló un móvil de Cuidado Comunitario diciendo "ese es el móvil de la Policia Local".
La ignorancia sobre responsabilidades y fuerzas de seguridad lleva a algunos políticos locales a decir "Policía Comunal" (algo que no existe).
La misma ignorancia -o deliberada mala intención- llevó a algunos medios a decir que esto ocurrió con "la policía de Posse", cuando la estupidez de las dos mujeres de Policía Local que impidieron amamantar se podría haber registrado en otro distrito y la responsabilidad seguiría estando en la formación que recibieron y en el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Si bien puede uno estar de acuerdo en que corresponde expresar claramente el rechazo a lo sucedido, sabido es que la necesidad de producir noticias (por parte de los medios en general) y de ganar un volátil minuto de protagonismo (por parte de algunos politiquillos de cabotaje) ha magnificado el hecho y sus consecuencias.
Seguramente cuando se produzca el amamantamiento masivo el sábado 23 a las 15:00 habrá gente satisfecha: losbebés (en primer término) y la sociedad en su conjunto (por rechazar una tontería sin nombre). Al mismo tiempo, habrá oportunistas que buscarán: cuestionar a toda la policía, cuestionar a la intendencia por demorar dos días en publicar un comunicado (aunque ya se sabía qué postura tenía) y cuestionar a los hombres y sus normas (los feministas no perderán la oportunidad...).
Si este escandalete provoca que más mujeres aprendan que el mejor alimento que pueden recibir un bebé es la leche materna y que la leche vacuna está preparada para engordar un ternero, bienvenido sea entonces.
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires informó que abrió un sumario administrativo a dos integrantes de la policía bonaerense que cumplen funciones en la Policía Local de San Isidro por haber impedido amantantar a una mujer.
Al mismo tiempo esta dependencia junto al ministerio de Desarrollo Social y la municipalidad de San Isidro firmaron un convenio con la Fundación Lactancia y Maternidad para dar charlas de capacitación a efectivos policiales y evitar situaciones como la registrada en el centro comercial sanisidrense.