A muchos les gusta tener días de descanso y no ir a trabajar o a estudiar. Y celebran que los dos días del fin de semana sean coronados con un día o dos más para no tener obligaciones.
Pero los feriados establecidos para las conocidas fechas patrias hace años que no son utilizados para ponderar el valor, la decisión, el coraje de los hombres y mujeres de nuestra historia, sino para otros fines, en especial para "fomentar el turismo".
Esa intención -estimular una actividad que mueve gran cantidad de recursos económicos y humanos- es, inicialmente, buena.
Pero los feriados -principalmente por acción de sucesivos gobiernos- han perdido para la mayoría el principal sentido: homenajear, poner de relieve, grandes gestas, desinteresadas glorias.
Los actos escolares no se hacen, como en el pasado, en el día propio de la recordación sino en el último día hábil. Esto, tan práctico para docentes e instituciones educativas, priva del encuentro familiar en torno a la escuela.
Muchos recordarán que hace ya muchos años, la familia (con papá, tal vez los abuelos) tenía la ocasión de reunirse para asistir al acto escolar y luego compartir almuerzo y visitas. El feriado no sólo servía para poner los ojos y el corazón en la figura enorme de un prócer, sino que permitía un hecho social de relevancia: el encuentro de la familia.
Desde hace demasiados años los feriados han perdido, en general, su valor. Pocas escarapelas y pocas banderas luce la gente común y corriente. Los feriados son sólo una excusa para no estudiar ni trabajar. Y si la empresa o el comercio no puede dejar de operar, estará obligada a pagar el feriado trabajado a sus empleados; algo que hasta el momento era un día más.
Este feriado imprevisto del 17 de Junio (salvo que sorprendentemente comenzara a aplicarse en 2017) genera un problema en un tema complejo: los turnos médicos.
Quien hace 2 meses gestionó un turno para una consulta médica y le tocó el 17 de Junio no tendrá otro camino: deberá volver a tramitarlo. Dios sabe para cuando lo conseguirá.
Por otra parte, en el caso de la modalidad establecida en San Isidro para ordenar el tema, de tener días asignados para solicitar turno, deberá el vecino ir el viernes previo o el siguiente a solicitarlo...
Aquellos hombres y mujeres que comprendieron en el pasado la importancia del sacrificio personal, de arriesgarlo todo -incluso el honor y los bienes- por su Patria, que con más voluntad que recursos enfrentaron la adversidad, no midieron las pérdidas, no buscaron sacar provecho individual de sus acciones. Ellos no hicieron lo que hicieron para que nosotros nos olvidemos de ellos y hagamos miniturismo o nos miremos el ombligo...
Sabemos que hoy muchas personas se esfuerzan por salir adelante, que son nobles, que buscan lo mejor en un país que tiene demasiadas deudas pendientes con la sociedad. Sabemos que hay mucha gente con profundo amor por su Patria y por eso, a pesar de todo, siembran, enseñan, cuidan y valoran lo que, pareciera, la clase dirigente no siempre defiende con el mismo ahínco.
La unidad de medida de nuestros días debe ser la de los hombres y mujeres de nuestra historia grande. Y para eso no es necesario ningún feriado.
Y si se impone un feriado, nada mejor que honrarlo dedicando, al menos un rato, a ESTUDIAR SERIAMENTE POR QUÉ ESE HOMBRE O ESE HECHO MERECIÓ UN DÍA NO LABORABLE.