De la misma forma en que de tanto verlos o escucharlos muchos términos se imponen en el decir cotidiano, al punto que no encontrar mejores palabras para reemplazarlas, destacamos hoy una más: CONVOCATORIA.
Cuando son muchos los que se acercaron a un concierto, por ejemplo, es incorrecto decir que tal acontecimiento tuvo "una gran convocatoria", ya que la convocatoria fue el anuncio de su realización.
Convocatoria es el llamado, el aviso, el requerimiento, la citación, la invitación a algo, y no es sinónimo de multitud, público, asistentes, competidores, etc.
Quien organiza un "entretenimiento familiar" (que todos saben que es un bingo, pero no lo puede decir al anunciarlo) prepara una convocatoria mediante correos electrónicos, volantes, etc.
Luego, cuando se realice el "evento" (otro término mal utilizado) recibirá a los participantes. Si se le ocurre hacer mención de los muchos que se acercaron, deberá evitar decir que, luego de un gran esfuerzo de colaboradores, se logró una "gran convocatoria". En ese caso será correcto decir, por ejemplo, que se tuvo una "gran concurrencia".