Para Mariotto Jesús es un 'compañero detenido desaparecido'
Como en otras ocasiones, funcionarios y personajes de toda laya, hacen comentarios propios de la ignorancia -cuando no de la mala intención- el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires utilizó la red social Twitter con motivo de la Pascua, definiendo a Cristo como un "compañero detenido desaparecido", caprichosa visión que bastardea la figura del Salvador.
"Patético", "¿qué fumaste?", "Ser imbécil tiene una nueva cumbre gracias a este tuit", "Está mal de la cabeza", son algunas de las repercusiones de la torpe frase de Gabriel Mariotto que fue publicada junto a una imagen de Eduardo Vázquez que ubica a Jesús a la mesa de un bar junto a un soldado romano desnudo y un hombre de traje con anteojos oscuros, y detrás un cuadro con una orquesta de tango de mujeres en ropa interior, con las letras SRA (Sociedad Rural Argentina) .
La irreverencia proviene de un funcionario que reconoció oportunamente que "no es un hombre de Iglesia", que no asiste a misa, pero que dice "admirar" al Papa Francisco. Es decir, le cae bien Jorge Mario Bergoglio, pero no todo lo que representa y defiende.
Definir como "compañero" y "desaparecido", más que una caprichosa y recortada visión de la figura de Jesús, es una verdadera provocación que no quedará más que en una anécdota, toda vez que tanto en los medios de comunicación como en los funcionarios es posible observar repetidamente comentarios incoherentes en temas de fe, sin que la feligresía parezca recordarlos o reaccionar lo suficiente.
Hemos visto cómo funcionarios públicos de distinta trascendencia en la zona norte no saber cómo comportarse en una celebración litúrgica, cómo comulgan a pesar de comportamientos pecaminosos, cómo simulan decir las oraciones (porque no las saben), cómo "paganizan" sus comentarios en festividades religiosas (para no dejar nadie afuera...) y hasta mascan chicles durante una misa.
Es claro que puede ser que un hombre esté alejado de la liturgia, que no recuerde las oraciones, que desconozca qué está bien y qué no en ese campo, pero lo seriamente cuestionable es que simule -para la foto- que es un hombre creyente y practicante.
Mayor dignidad tendría todo funcionario -Mariotto incluido- si se muestra auténtico, sin provocar, sin simular, sin faltar el respeto a los que profesan una fe ni a Dios mismo.