Con los votos de solo 3.500.000 chilenos, la líder socialista Michelle Bachelet vuelve a ser la presidente de Chile como lo fue hasta el 2010, después de una campaña en la que no ocultó sus intenciones de imponer el aborto legal y la ideología de género.
Al igual que ocurriera con la primera vuelta, el voto voluntario llevó sólo a votar a 5,7 millones sobre casi 13,6 millones en condiciones de sufragar. Es decir que un país 17,5 millones de habitantes, será gobernado por esta médica por la decisión de sólo 3,5 millones de personas.
No obstante ello, y demostrando que, a pesar de las diferencias es posible diálogo, el presidente Piñera se acercó con su esposa, Cecilia Morel, en la mañana del lunes 16 de Diciembre a la casa de la triunfadora de los comicios para expresarle sus buenos deseos en su gestión.
¿Nos podemos imaginar en la Argentina, en nuestra provincia, en un municipio, que el titular del Ejecutivo vaya a la mañana siguiente a las elecciones a saludar al ganador a su casa?
Algo mas de Bachelet
Michelle Bachelet fue directora de ONU Mujeres, la agencia de Naciones Unidas para la mujer, desde donde buscó facilitar leyes pro aborto y apoyar la redefinición del matrimonio para darle cabida al lobby gay.
En Naciones Unidas Bachelet facilitó el ingreso de la ex-ministra de Igualdad de Rodriguez Zapatero, Bibiana Aído, tristemente célebre por decir que "un feto de 13 semanas es un ser vivo pero no un ser humano". Aído ocupó gracias a la ahora presidente de Chile un cargo en la División de Gestión y Administración.
Durante la campaña para las elecciones Bachelet propuso abrir la posibilidad de legalizar el aborto en casos en los que la vida de la madre corriera peligro, de violación o de inviabilidad del feto, el mismo argumento por el cual se impone el aborto en todo el mundo. Como ocurrió en España, donde actualmente se asesina a 120.000 españoles legalmente al año en el vientre de sus madres.
Michelle Bachelet también habló de "un debate social" con respecto al matrimonio homosexual. Queda por ver si ese debate incluye el derecho de los ciudadanos a pronunciarse, como en Croacia hace unas semanas: el único caso de un país europeo en el que han dejado pronunciarse a los ciudadanos sobre el matrimonio. Los croatas pidieron que la Constitución deje claro que el matrimonio es sólo la unión entre hombre y mujer.