¿Que pasa que mucha gente se mira el ombligo.? ¿Ya no me importa el que tengo al lado, si es vecino, amigo, conocido, hermano, padre, madre?. ¿Da lo mismo?, lo importante ¿soy yo?. ¿De quien es la culpa?
La gente se analiza cada vez más. ¿Es porque lo único importante "soy yo"? ¿Será esa una forma de ser feliz? o ¿la culpa "la tiene el gobierno"?
Es cierto que al gobierno le podemos adjudicar muchas responsabilidades... Y que también se mira el ombligo, pero nosotros, con nuestras acciones, ¿pensamos en los demás? o sólo importa si "yo" estoy bien.
Los jóvenes viven solos.
Los ancianos en un geriátrico.
Los padres separados.
Los vecinos encerrados.
Los amigos en un muro.
Desde pequeños nos suena de alguna manera "Amaras a tu prójimo como a ti mismo", entonces, o nos quedó escrito en el cuaderno de catecismo y ya nos olvidamos, o nos queremos tan mal como queremos al prójimo, o pensamos que "el prójimo es sólo aquel que yo quiero elegir".
Entonces elijo vivir solo,... así no tengo que compartir nada.
Elijo vivir sin el abuelo,... porque no tengo tiempo para atenderlo y escucharlo.
Elijo vivir sin mi cónyuge,... porque quiero dedicarme mas a mí.
Elijo no hablar con el vecino, por las dudas..., no se quien es.
Elijo saludar a mis amigos con un click,... aunque tenga su número de teléfono.
Hace 2000 años vino alguien a cambiar el corazón del hombre. Yo por mi parte sigo apostando a que el único camino es ese.
Lo bueno sería que al mirarnos el ombligo nos demos cuenta que no es simplemente una cicatriz. Que esa marca que tenemos en nuestro cuerpo nos recuerde que Dios nos dio vida, que nacimos de una madre y un padre, que tenemos hermanos de un mismo vientre o hermanos del alma. Que no vivimos solos en este mundo.
Y que, por lo tanto, debemos pensar en el prójimo, si queremos que algo cambie de alguna buena vez.
-> Gladys M. González