Esta alarmante y escandalosa cifra refleja claramente la ausencia de verdaderas políticas de Estado en un país que ya pasó por más de 50 presidentes (9 en los últimos 27 años), y aún insiste para justificar males mal abordados en que "somos un país joven".
La muerte, que por supuesto golpea y estremece, no es menos dolorosa que la decaída dignidad del que pasa hambre o ha quedado mellado en sus posibilidades fruto de la desnutrición y el desamparo. Esto, que sacude la historia de muchos y es una realidad vergonzante, ocurre en un país con un gobierno que, al menos desde hace tiempo, se precia de tener dinero en sus arcas. Un bonanza que se refleja en los números pero no en lo cotidiano de muchos hombres y mujeres de nuestra Argentina. Y es claro que a eso hay que sumarle la delincuencia, el consumo de drogas y el fracaso escolar, naturales consecuencias que no se erradican fácilmente por la profundidad del problema.
Frente a este panorama y en el marco del XVIII Congreso Argentino de Nutrición, se presentó recientemente y de modo oficial la iniciativa Nutrición 10 Hambre Cero.
En la presentación, llevada a cabo en un hotel céntrico de la ciudad de Buenos Aires, el economista Juan Llach aseguró que el objetivo de esta iniciativa es lograr con el tiempo que las campañas de nutrición desaparezcan, ya que eso significaría que no son más necesarias. Tras hacer hincapié en alentar a crear una "educación en la nutrición", explicó que la malnutrición, otro problema frecuente, se manifiesta entre otras cosas, en la obesidad infantil o en las deficiencias de micronutrientes, como el hierro.
Asimismo, Llach expresó la conveniencia de hacer efectivamente universal la asignación por hijo a través de una alternativa que podría ser el pago, de algo así como un 75% de ella, con una tarjeta de compras de alimentos que tenga fuertes descuentos en los más nutritivos.
Ricardo Hara, presidente de Solidagro, apeló en su discurso a la participación de todos los ciudadanos. Aseguró que Nutrición 10 Hambre Cero es un espacio de desarrollo de contenido y acciones. Contó que esta iniciativa arrancó hace 3 meses y hoy ya cuenta con una red de más de 1.000 organizaciones a lo largo de todo el país. "Uno de sus objetivos principales es la erradicación de la desnutrición en la Argentina en un plazo no mayor a 5 años, como también lograr una óptima nutrición de toda la población, basada en políticas efectivas a través de la articulación público-privada y la acción en red de las personas e instituciones comprometidas, hasta lograr que todos los hogares argentinos puedan alimentarse nutritivamente por sí mismos. También se propone educar y capacitar sobre la importancia de una alimentación y estilos de vida saludables, así como la difusión de campañas de concientización dirigidas a diferentes públicos de interés" afirmó.
Por su parte, Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, realizó un recorrido por el problema del riesgo alimentario. Alarmó la falta de estadísticas y datos relacionados a este tipo de problemáticas. Mostró estadísticas relevadas en 3.181 hogares y 6.384 niños de 0 a 17 años. Salvia reconoció que hay esfuerzos de la política pública pero, al mismo tiempo, ve que no logran llegar a resultados para erradicar el hambre.
Más tarde, el doctor Esteban Carmuega, presidente del Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil, fue quien mostró la cifra alarmante de la actualidad argentina: hoy en nuestro país mueren 28 niños por día. Apeló entonces a la importancia que poseen los primeros 300 días de un niño en la nutrición temprana, y a trabajar en el cuidado y educación de la mujer embarazada y revalorizó la lactancia materna. Coincidió también con todos los oradores presentes en que "La pobreza es la principal causa de la desnutrición y a su vez su principal consecuencia. Más de la mitad de las muertes infantiles se relacionan con la desnutrición; causante de enfermedades y de importantes desequilibrios en el desarrollo intelectual y las capacidades cognitivas, repercutiendo en el recorrido escolar, social y productivo futuro de la persona, condicionando para toda su vida sus capacidades intelectuales y su salud."
Luego, el doctor Abel Albino, presidente de la Fundación CONIN Cooperadora para la Nutrición Infantil, mostró imágenes acerca de su experiencia como médico experto en temas de desnutrición infantil. Resaltó que el éxito de la gestión chilena en la lucha contra este flagelo, fue el trabajo en red de empresas, organizaciones de la sociedad civil y políticas públicas a largo plazo. También destacó la importancia del primer año de vida ya que es el único momento de la vida en cual se desarrolla el cerebro. Además, revalorizó la importancia del amor y la estimulación que se debe brindar al recién nacido para que pueda crecer saludablemente. Albino es autor del libro "Gobernar es poblar", donde aborda de modo integral la problemática de la desnutrición en un abordaje que podría implementarse en todo el país, si hubiera interés profundo en mirar hacia las próximas generaciones y no tanto las próximas elecciones.
Alfredo Kasdorf, Presidente de la Red de Bancos de Alimentos, explicó el trabajo de los bancos de alimentos: recuperar, seleccionar, clasificar y distribuir alimentos en centros y comedores. Subrayó la responsabilidad del trabajo de las empresas y el interés por lograr un país con Nutrición 10 y Hambre Cero.
El último orador de la jornada fue Juan Carr, de la Red Solidaria. Celebró el desarrollo de este tipo de programa al que lo definió como algo soñado. Consideró que es un éxito en sí mismo que seamos tantos pensando en los que menos tienen. Resaltó la novedad de que siendo heterogéneos todos posean la misma obsesión, terminar con el hambre en Argentina. Además, adelantó que estamos más cerca que nunca de terminar con el hambre en nuestro país. Por último, proclamó "Yo vine acá para sumar, sumar y sumar".
Sergio Britos, director del Programa de Agronegocios y Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires, fue el coordinador del encuentro.
