Diariamente, en todo horario, es posible ver cómo muchísimos automovilistas (incluidos choferes de empresas de colectivos radicadas o que transitan por San Isidro) manejando sus vehículos mientras hablan por teléfono celular o tienen auriculares en sus oídos.
¿Sabías que utilizar el teléfono celular -con y sin manos libres-, fumar, cambiar un CD, comer dentro del vehículo, etc, mientras se conduce puede aumentar hasta 7 veces el riesgo de accidente?
Este dato puede llegar a conocimiento de los conductores, pero como el manejar en estas y muchas otras condiciones, no surge por falta de información, sino por la soberbia y una torpe convicción ellos creen que ... no les va a pasar nada.
En general los automovilistas (habría que sumar a los motociclistas, a los ciclistas y, por supuesto, a los peatornes) van por las calles ocupándose de sus cosas, con la cabeza puesta en cuestiones de trabajo, de trámites, de estudio y, claro está, de tiempo libre.
Vivimos pendientes de muchas cosas y muchas de ellas parecen insoslayables, siempre hay una razón para hacer el llamado ahora (o atenderlo), siempre hay una ocasión para transgredir una norma, siempre hay un motivo para justificar MI apuro, MI comodidad, MI punto de vista.
El cinturón de seguridad, el casco, las velocidades máximas, las prioridades de paso, las señales detránsito, las sendas peatonales, las lineas de frenado, las puertas de los transportes públicos, los carriles exclusivos, etc. no son -como muchos creen- argumentos para complicarle la vida a la población ni torpezas que sólo los tontos deben respetar o utilizar. Son, en no pocos casos, la diferencia entre vivir o morir, la diferencia en estar entero o mutilado.
Dos cosas buenas
1. Si bien sigue habiendo mucha gente que no lo usa nunca, cada vez se ven más automovilistas con el cinturón puesto. Tal vez las multas en la ciudad de Buenos Aires y los accidentes cercanos sean parte de las razones.
2. Los irrespetuosos porteños o argentinos que nada respetan, cuando van a otros países suelen ser muy cuidadosos con las normas de tránsito y el respeto a los demás. Quiere decir que si hay reglas y alguien las hace cumplir correctamente, es posible encauzar a los descarriados.
Les propongo ver un video de qué pasa con quienes hablan por teléfono mientras manejan. Impacta pero hace cercanas las consecuencias de tal acción temeraria.
Consejos:
Mientras conduzcas no realices actividades que interfieran en el manejo del vehículo.
Si tuvieras necesidad de hacerlo y vas acompañado, encarga la tarea a tu acompañante.
Si vas solo aprovechá cualquier descanso para desarrollar estas actividades.
Al conducir, es más peligroso leer o enviar un SMS que hablar por celular.
En la Argentina está prohibido conducir utilizando auriculares y sistemas de comunicación de operación manual continua, según la ley Nacional de Tránsito. Está prohibido hablar por celular al volante. Muchos creen que leer un mensaje de texto mientras se conduce, es menos riesgoso que atender un llamado por celular. No es así. Por el contrario, es incluso más peligroso, porque implica prestar atención durante más tiempo al móvil y no al tránsito.
Mientras se conduce, hablar por celular o enviar mensajes de texto es muy riesgoso... y peligroso.