La Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales junto con el CONICET, tienen, desde 1934, bajo su dependencia al Instituto de Botánica Darwinion (IBODA), donado por el Académico Titular Cristóbal M. Hicken [imagen] y situado en el barrio Parque Aguirre, de la localidad de San Isidro (Labardén 200).
El IBODA está dedicado especialmente a estudios taxonómicos de la flora argentina. Posee un herbario con más de 600.000 ejemplares, existiendo una importante y valiosa cantidad de material del siglo XIX. El incremento anual es del orden de los 7.000 ejemplares, por nuevas colecciones y canjes con otras instituciones nacionales e internacionales.
El Dr. Fernando Zuloaga, es quien está actualmente al frente del Instituto y rememoró acerca de los inicios: "la vida del Instituto tuvo varias etapas, la primera de ellas comienza con el origen del mismo, que se remonta al año 1911, fecha en que el doctor Cristóbal M. Hicken organizó en Villa Progreso, partido de San Martín, su laboratorio particular. En la década del '30 Hicken comenzó la construcción de un nuevo edificio en San Isidro. Cuando ya estaba disponiendo la mudanza al nuevo edificio, falleció repentinamente el 11 de Marzo de 1933, a los 58 años de edad. En su testamento estableció el legado del Darwinion al Gobierno de la Nación".
Hicken nació en Buenos Aires el 1 de Enero de 1875 y en 1906 obtuvo su grado de doctor en Ciencias Naturales; realizó su tesis sobre helechos siendo alumno destacado del profesor Eduardo L. Holmberg. Desplegó una notable actividad docente como Profesor de diversas materias en las Facultades de Agronomía, de Ingeniería y Ciencias Exactas y Naturales. Su intensa actividad científica dio lugar a casi un centenar de publicaciones sobre diversos temas botánicos.
La Biblioteca de la institución científica, está compuesta por unos 60.000 volúmenes, de los cuales alrededor de 100 son obras del siglo XVIII y algunas de suma rareza del siglo XVI, es una de las más completas y dinámicas de América Latina en el campo de la Botánica. El IBODA edita la mundialmente prestigiosa revista "Darwiniana", dedicada a difundir primordialmente trabajos originales sobre sistemática, florística, palinología, etnobotánica, etc.
Asimismo, edita el boletín "Hickenia", cuyo objetivo esencial es la publicación rápida de artículos breves con novedades botánicas, tales como la descripción de taxones nuevos y la resolución de problemas taxonómicos y de nomenclatura.
"En el ’36 –detalla Zuloaga- fue designado como director del Instituto el ingeniero agrónomo Arturo Burkart y estuvo secundado por un grupo de activos colaboradores. Burkart dirigió brillantemente el Instituto durante casi cuatro décadas. Con gran dedicación transformó paulatinamente el laboratorio particular de Hicken en un instituto botánico de importancia internacional. En 1970, con la clara visión del doctor Bernardo A. Houssay, presidente del CONICET, quien conocía muy bien la importancia decisiva del Darwinion para el futuro de la botánica argentina, se firmó un convenio entre el CONICET y la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales mediante el cual el CONICET comenzó a prestar apoyo económico al Darwirnion. Se inició así una tercera y brillante época para el Instituto". El doctor Angel L. Cabrera, especialista en compuestas y excelente fitogeógrafo, fue quien continuó la obra de engrandecimiento de la institución.
En 1983 el doctor Juan H. Hunziker se hace cargo de la dirección del Instituto y se iniciaron nuevas líneas de investigación en el Darwinion; se destaca el incremento en equipos de microscopia, que incluye fotomicroscopios, lupas estereoscópicas, un Microscopio Electrónico de barrido, etc. y una importante ampliación en el edificio, consistente en seis gabinetes de trabajo, concretada en 1993. Finalmente, se debe resaltar la fructífera labor emprendida para mantener y acrecentar el acervo bibliográfico de la Institución.
"Yo soy el director del Instituto desde 1998 –manifiesta Zuloaga- actualmente, además de continuar con las líneas tradicionales de investigación, vamos desarrollado diversos proyectos; hemos incorporado nuevos campos de investigación como la arqueobotánica, la biología molecular, la botánica económica y la etnobotánica. Ademas cada año vamos incorporando nuevos técnicos y le damos un lugar a los jóvenes becarios, que sin dudas van a continuar nuestra labor y cuidaran el legado que durante años venimos atesorando", asegura con firmeza el científico.