¿Qué cuidados hay que tener con los animales en días de mucho calor?
Los animales sufren los rigores del verano y los dueños deben garantizarles cuidados que protejan su salud, como una hidratación adecuada.
La pérdida de calor de los animales se produce a través de las almohadillas que tienen debajo de sus patas, a través de la boca y sus axilas. Esto hace que se deshidraten más fácil ante situaciones de calor extremo o cuando realizan un esfuerzo físico prolongado, corriendo el riesgo de sufrir un golpe de calor.
El golpe de calor o hipertermia, es el aumento temperatura corporal que puede provocar un colapso mortal. Además de la temperatura exterior, hay ambientes que propician el golpe de calor, como los espacios reducidos mal ventilados (un coche, una habitación, un balcón, etc.).
¿Cómo identificar un cuadro de deshidratación?
A través de la piel: Un abundante consumo de agua hace que la misma sea elástica. Si se toma un poco de la piel cerca de su hombro, o en la parte baja de la cervical y se realiza un pliegue es posible identificar si esta hidratado o no. En mascotas hidratadas la piel vuelve enseguida a la normalidad, pero si falta agua la piel demorará un poco más en volver a su posición normal.
A través de su nariz: Si luce aletargado, le cuesta correr o caminar y no está muy activo, conviene tocar su nariz, si está seca probablemente tenga un cuadro de deshidratación.
A través de las encías: si no lucen húmedas sino resecas, y a su lengua también le falta humedad, la mascota está deshidratada.
¿Qué síntomas presentan las mascotas ante un golpe de calor?
Pereza, temblores musculares e incluso vómitos, aumento del ritmo cardíaco, jadeo o respiración constante y muy rápida, aumento de la temperatura corporal, entre otros.
¿Cómo prevenir un golpe de calor?
Es importante aliviarle el calor dejándoles entrar en casa si existe aire acondicionado, refrescar su zona de descanso, proporcionarle un lugar a la sombra y una de las cosas más importantes: que siempre disponga de agua fresca en abundancia. También se puede aplicar agua fría en las zonas más importantes, como son la cabeza, el hocico, el cuello, las ingles, las axilas y las patas.
Las necesidades energéticas de una mascota descienden en primavera y verano, razón por la cual comen menos de lo habitual y lo más recomendable es ofrecerle la comida en las horas más frescas.
No dejar a la mascota encerrada en el auto: Durante un día caluroso la temperatura dentro del auto puede aumentar el doble. Aunque sea por breve espacio de tiempo, el sobrecalentamiento puede provocar una fuerte deshidratación en el animal e incluso un golpe de calor.
Evitar caminar en superficies calientes: Las patas de la mascota son sensibles a la temperatura de la superficie. Es importante variar las superficies durante la caminata y llevar algún recipiente con agua para que pueda hidratarse.
Realizar paseos y ejercicios cuando la temperatura es más baja: Se puede cambiar la rutina y salir a pasear temprano durante la mañana o tarde cuando baja el sol.
No ejercitar de más a la mascota: si le cuesta seguir corriendo o respira muy rápido, es importante detenerse e hidratar a la mascota. Al igual que los paseos, el ejercicio y/o el juego es mejor realizarlos en las horas en las que baja el sol.
El cepillado elimina los pelos muertos de su pelaje que bloquean la expulsión de calor a través del cuerpo. Este sencillo gesto, repetido cada día, contribuye a que se mantenga más fresco.
Los animales de más edad tienen más dificultades para refrigerarse y resultan más sensibles al golpe de calor. Por este motivo, se deben reforzar los cuidados y mantenerlos bien hidratados.
¿Qué NO debemos hacer ante un golpe de calor?
Cubrir o envolver a la mascota con toallas, de esta manera el calor sube en vez de bajar. Utilizar agua completamente helada, ya que le podemos provocar daños en el cerebro.
[Fuente: Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires]