Con la tranquilidad de saber con qué calidad de materias primas está hecho, con la satisfacción de un sabor distinto y cuidando el gasto, cualquiera puede tener en su casa un pan rico, sano, sin conservantes, a bajo costo y que dure un par de días como mínimo.
Hacer pan en casa, en el horno de la cocina, no es una ciencia difícil. Requiere tener una receta y un poquito de práctica, sólo eso. El resto es disfrute a la hora de comerlo y al escuchar los elogios que se reciben.
Además, es posible gastar entre un 65 y un 75% menos, respectodel kilo del pan de panadería (o el 10% del valor de un kilo de pan lactal) y gozar de las ventajas de un pan sabroso, que queda excelente tostado.
Para quien no se permitió aún el placer de hacer pan en casa, ahí va una receta simple de la que incluso pueden participar los chicos.
Esta receta se puede ajustar a la experiencia, al lugar y al horno de cada uno, pero funciona, es fácil y no falla.
Hecho tostadas, con queso, con dulce, con fiambres, es muy rico. Además de que uno sabe qué está comiendo porque sabe qué ingredientes usó.
Sólo hay que dedicarse de a ratos (al unir todo, amasar y dar forma a los 20 minutos, y esperar un poco la cocción) y se puede hacer con los chicos que lo van a disfrutar y van a aprender algo nuevo.
Ingredientes:
500 gr. de harina 000 (es más recomendable y más barata que la 0000)
25 gr. de levadura prensada
300 cm de líquido (puede ser todo o parte de leche)
30 gr. de margarina
2 cucharaditas de sal fina.
Procedimiento:
En un bowl colocar la harina. En un costadito poner la sal. En el lado opuesto hacer un hueco y poner la levadura en pedacitos y la margarina (es la materia grasa que permite que dure hasta un par de días en condiciones y con buen sabor).
Ahí mismo volcar el líquido (si hace mucho frío en el ambiente, entibiarlo) con suavidad.
Con una cuchara firme (de metal) empezar a mezclar lo líquido con la levadura y un poco de la harina. Aguardar unos minutos hasta que la levadura comience a formarse como una esponja (y se comprueba que está en condiciones).
Seguir mezclando con la cuchara (para no ensuciarse) hasta que todo se vaya uniendo (las proporciones permiten que no sobre ni falte nada).
Volcar luego sobre la mesada y amasar con ganas unos 5 minutos hasta que la masa quede mas o menos homogénea.
Dejar el bollo en el mismo bol tapado con un repasador y en un lugar donde no circule aire frío.
Al rato, la masa habrá levado hasta casi el doble.
Cortala en 2 o 4 partes. Cada una de ellas estirarla con palote para desgasificarla y enrollarla sobre sí misma.
Untar una fuente (puede ser un molde para pizzas) con unas gotas de aceite y espolvorear harina. Acomodar los rollitos de masa con una separación de dos dedos. Tapar y dejar en lugar tibio hasta que leve nuevamente (unos 20 minutos).
Calentar el horno y poner la fuente con el pan a fuego moderado. Controlar hasta que se dore (unos 15 o 20 minutos).
Variante con semillas:
En el mismo lugar donde se puso la levadura y la margarina, poner semillas de lino, de chía, de girasol, de sésamo (un puñado de cada uno) y salvado de trigo (dos o más puñados).
Como la mezcla tiene más elementos secos en este caso, agregar un poquito más de líquido.
Comentario:
Como ocurre con otras recetas, el ojo, la mano, la experiencia irán aportando facilidades, criterios y creatividad. Practicar es el secreto.