Es cierto que a casi cualquiera le preocupa lo que sucede con grandes extensiones de bosques o selvas, pero eso no alcanza.
Si no está en uno poder evitar en algo esa tragedia que significa la pérdida de ecosistemas nativos de nuestro país o de América, bueno será ser coherente con acciones más pequeñas y cercanas.
Rechazar especies exóticas, entendidas como aquellas que no pertenecen al ecosistema de nuestro lugar, es una actitud concreta y que merece un aplauso.
Elegir plantar especies nativas es altamente recomendable para embellecer la vida diaria y enriquecer las ciudades disfrutando a diario de decenas de flores, mariposas y aves silvestres.
La ventaja de las plantas nativas es que están adaptadas al clima de la región, al tipo de suelo y fundamentalmente al régimen de lluvias, por lo cual no necesitan de ningún tipo de cuidado.
Pero la gran ventaja de elegir especies nativas, es que interactúan con los otros elementos del ecosistema y por lo tanto con sus flores atraen mariposas, abejas y hasta picaflores y con sus frutos gran cantidad de aves frugívoras o semilleros e incluso aves insectívoras, pues los frutos maduros son visitados por diminutos insectos.
Algunas aves revisarán las cortezas de los árboles autóctonos en busca de sus presas y finalmente serán posaderos ideales como refugio, descanso o sitios de nidificación.
Conocer y elegir especies nativas en lugar de exóticas, es una iniciativa para ayudar de manera directa a nuestro entorno ya sea en viviendas, colegios y áreas de trabajo.