Con la llegada de las fiestas, el verano y los viajes de vacaciones las mascotas sufren los cambios propios de la época más calurosa, los efectos del uso de la pirotecnia, los cambios de hábitos alimenticios y en su cotidianeidad en general. El Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires brinda recomendaciones sobre las medidas de prevención que deben tomarse para disminuir el malestar de perros y gatos.
La dinámica de los días festivos expone a las mascotas a sufrir estrés por exceso de ruido y explosiones. Debido a su hipersensibilidad auditiva, los ruidos fuertes pueden causarles pánico y provocar conductas no habituales como escapar sin rumbo y perderse (es importante colocarle una placa identificadora en el collar para facilitar la devolución), lastimarse o lastimar a las personas. Pueden padecer palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros. En estos casos, es posible consultar a profesionales veterinarios para considerar la utilización de sedantes que evitarán momentáneamente estas situaciones, dependiendo de cada caso particular.
La principal recomendación es ubicar a los animales en un espacio donde estén cómodos, con sus juguetes habituales, comida, agua y algún sonido con el que estén familiarizados (radio, televisión o música prendida). Si bien, la mejor solución es que alguien conocido y de confianza visite a las mascotas en ausencia de sus dueños, en el caso de los perros que deban quedarse solos durante las fiestas, deben tener un periodo de acostumbramiento previo a la partida, es importante dejar la casa bien cerrada y con ventilación. En el caso de los gatos, es aconsejable dejarlos con abundante comida, bebida y las bandejas limpias. No se debe dejar a las mascotas atadas, en caso de que sea realmente necesario, la cadena y el collar deben tener, al menos, dos giratorios que impidan que la mascota se enrosque al entrar en pánico.
No se debe arrojar pirotecnia cerca de los perros ya que pueden correr a buscarlo, corriendo el peligro de que le estalle en la boca. Por su parte, a los gatos pueden intrigarles las luces navideñas, sus colores y sus movimientos. Es común que intenten morder cables, lo que le puede causar una descarga y/o quemaduras en su boca. Es recomendable dejar las luces apagadas mientras estén solos y verificar los cables regularmente para saber si están siendo masticados. También pueden colocarse adornos de tela, madera o goma en la parte de abajo del árbol para evitar accidentes.
En vacaciones
Los días de vacaciones es imprescindible decidir qué es lo mejor para nuestras mascotas. Es fundamental que no se queden solas durante un tiempo prolongado, por eso es importante contar con un tercero a cargo. Como primera medida, debemos estar seguros de que la persona o el lugar en el que depositamos nuestra confianza, cumpla con los requisitos mínimos para satisfacer las necesidades básicas de nuestra mascota: espacio, alimento, abrigo, contención, entretenimiento. Además, y como medida impostergable, se debe entregar todos los datos del veterinario por si fuese necesario recurrir a él e indicar si está recibiendo algún tratamiento, o si es alérgico a algún producto.
Si bien no es recomendable trasladar a las mascotas (especialmente a los gatos), si se decide llevarlas en los viajes de vacaciones, se deben tomar precauciones mucho mayores: llevar todos los implementos que pueda necesitar durante el viaje (los perros necesitan atención, salir a la calle, etc.), debe tener buena salud, las vacunas al día, etc. Es recomendable ir haciendo paradas a lo largo del viaje para que pueda salir un poco y refrescarse. No se recomienda que el animal coma antes de viajar, pero siempre es recomendable consultar todo con un médico veterinario.
Llevar un animal en el coche es un peligro potencial, por eso es necesario llevarlo bien sujeto en el vehículo y evitar accidentes. Una mascota suelta en el habitáculo es tan peligrosa como un objeto cualquiera en caso de un choque (saldrá despedida hacia adelante multiplicando su peso).
Otra medida de cuidado, es no alterar la dieta de las mascotas. La mayoría de las urgencias que se atienden en estas fechas están relacionadas con problemas digestivos. Todo se debe a la alteración de la alimentación: es importante intentar conservar la dieta de las mascotas y no alterarla con los alimentos que consumimos durante los festejos o, incluso, preservándola de las alteraciones de nuestros hábitos alimenticios durante el verano.
Los golpes de calor
El golpe de calor es uno de los mayores riesgos que corren nuestras mascotas en verano. Los perros y gatos no pueden regular su calor corporal mediante el sudor, ya que no tienen glándulas sudoríparas en el cuerpo. Lo hacen a través de jadeos, del sudor que se elimina por las almohadillas de las patas y, en el caso de los gatos, a través del lamido.
Los animales con problemas cardíacos, obesos, de avanzada edad o muy jóvenes, son más propensos a sufrir estos golpes, por eso se debe tener disponible agua limpia y fresca, estar en espacios amplios y ventilados, contar con zonas con sombra, darles de comer y sacarlos a pasear a primera o última hora del día, no dejarlas encerradas en los autos estacionados. Siempre debemos ir refrescando a nuestro animal y más en aquellos más propensos a tener problemas de salud.
[Fuente: Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires]