[2007] - El jueves 17 de Mayo a las 19:00 en el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal "Dr. Horacio Beccar Varela" [Adrián Beccar Varela 774, San Isidro] se llevó a cabo una conferencia a cargo del Profesor Pablo M. Solá.
Durante la disertación se procedió a la recepción oficial de la donación de una escultura realizada por la genial artista y que fuera donada por la familia Livellara, representada en la ocasión por la señora Ana María..
La escultura -identificada como "La bailarina"- llega a este valioso lugar para los sanisidrenses luego de un largo recorrido protagonizado por un hombre que, a comienzos del siglo XX, tuvo una particular relación con Dolores Candelaria Mora, la conocida como Lola.
El profesor Solá, que expuso animosamente a los presentes –que colmaron el patio interno de la casa y entre quienes se encontraba el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse- e ilustró su relato con una gran cantidad de imágenes, es un apasionado biógrafo de la genial artista a quien está unido familiarmente (es bisnieto de la hermana de Lola).
Fueron alrededor de dos horas de conferencia con gran cantidad de datos, fechas, protagonistas de una historia que ha podido reunir y testimoniar con más de 3.000 documentos.
Pablo Solá desechó mitos, ponderó detalles y provocó aún mayor admiración por esta entusiasta mujer que rompió cánones, produjo situaciones que rondaron el escándalo (para su época) y no dejó de trabajar hasta su muerte.
Lola Mora es autora de infinidad de obras que se hallan en distintos puntos de nuestro país y, a pesar de que muchas calles llevan su nombre, no todos conocen el inmenso valor de su obra.
Finalizada la conferencia –que siguieron con atención todos los presentes- el profesor Solá le entregó a la Sra. Ana María Livellara un ramo de flores como simbólico agradecimiento por "La bailarina" que ahora podrán conocer los que visiten el museo. Junto a esta generosa vecina se hallaba, contento con el encuentro, Jorge Tirigall, activo historiador local.
Por supuesto el director , Bernardo Lozier Almazán, se manifestó satisfecho con la disertación y con esta valios obra que se suma a la ya existente en el patrimonio del museo.
Si bien la conferencia aportó muchos detalles y anécdotas, el mismo Solá reconoció que es abundante lo que queda por contar. Esperamos ansiosos una nueva oportunidad para escuchar y aprender.
La historia de "La Bailarina"
Cuenta Jorge Tirigall que el modelo y ayudante de Lola Mora, Jacinto Valor -Jacinto Alfonso en realidad- se hallaba en 1925 atendiendo el ingreso al Club Atlético San Isidro, cuidando que nadie molestara a través del alambrado al arquero Molteni que allí jugaba.
Jacinto Valor ya había sido sorprendido por la artista en la costa sanisidrense, ya la había acompañado por Italia y vuelto a su terruño. La escultora seguía dedicada a su tarea, casada y separada de Luis Fernández Otero y mientras tanto Valor concurría al Despacho de Bebidas "Al gran César" (como se lo llamaba por aquellos tiempos) ubicado en 25 de Mayo y Martín y Omar, donde ahora hay una farmacia aunque sin cambios en la construcción.
Concurría a ese clásico almacén de César Livellara, donde también iban quienes querían jugar a las cartas, y en cierta ocasión luego de su trabajo llegó con un paquete que contenía un figura esculpida de una bailarina. Jacinto Valor dijo que esa estatuilla cincelada en bronce era obra de Lola Mora y que ella se la había regalado.
Se desconoce si la intención era pagar una deuda por sus consumos (el hombre tenía problemas con el alcohol y el cigarrillo y eso lo llevaría a la muerte un tiempo después) o por otro motivo, pero lo cierto es que la pequeña obra de arte quedó en poder de la familia Livellara, que vivía arriba del negocio.
Sólo quedó una de las hijas, la menor, de nombre María Elena (de apodo "Ñaña", actualmente de 89 años) quien conservó la estatuilla y Alberto Baldo -allegado a la familia- es quien comenta la existencia de "La bailarina" al historiador sanisidrense Jorge Tirigall.
Según surge de su investigación Jacinto Valor habría recibido la escultura porque según su autora "estaría mal", con errores. Tirigall se ocupó luego de verla directamente, y de que la observara el profesor Pablo M. Solá, "el mejor historiador de Lola Mora en el mundo", sobrino nieto de la escultora. Pablo Solá no sólo aseguró que "La Bailarina" es una obra de Lola Mora, sino que además contiene una de las 7 firmas reconocidas de la autora.
Finalmente, por encargo de la familia Livellara y por intermedio de Tirigall, la hermosa escultura ocupa ahora un sitial de honor en el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal, que dirige Bernardo Lozier Almazan.
Mayor información: 4575-4038 / De lunes a viernes de 8:00 a 14:00.