[2006] -Juan Lascano es uno de los pintores contemporáneos más reconocidos de nuestro país. Este galardonado artista es actualmente vecino del barrio de Martínez, pero también reparte su tiempo entre sus casas de Cariló y Bariloche, y aunque viaja mucho por el mundo, ama Buenos Aires y sus museos.
Lascano nació en La Plata, el 6 de Febrero de 1947 y a los 10 años pintó su primer óleo.
Su padre, sensible y amante del arte, descubrió sus condiciones y, aunque el Derecho era tradición en su familia desde hacía varias generaciones, no dudó en ayudarlo a encontrar su vocación. Al respecto rememora: "cuando quise seguir abogacía mi padre se enojó y me dijo: no entiendo por qué queres ser abogado, tenés condiciones para pintar, naciste pintando, seguí así".
En la adolescencia frecuentaba el taller del maestro catalán Vicente Puig, pero encontró a sus verdaderos maestros en España, durante un viaje que realizó a los 19 años. Entonces, se pasaba los días en el Museo del Prado, en Madrid, contemplando las obras de los grandes creadores del realismo español: Sánchez Cotán, Zurbarán y Diego Velázquez. Admirando esos paños -tan reales que casi podrían tocarse-, y el resplandor de la luz en las texturas de los cacharros y los bronces, descubrió el rumbo a seguir.
“El artista es un ser cuya única misión es ser profundamente original -asegura Lascano- pero no en el sentido de lo novedoso, original quiere decir aquello que pertenece a los orígenes: el artista lo que hace es ahondar en sus propios orígenes. Tiene que ser honesto, sincero, brutal en esa búsqueda interna”.
De regreso, en 1967, inauguró su primera exposición individual y desde entonces se ha ganado el gusto del público y el respaldo de la crítica. Actualmente es una de las grandes figuras del realismo contemporáneo, incursionó con igual maestría en todos los temas de la tradición figurativa: desnudos, bodegones, retratos y paisajes.
Junto con otros maestros latinoamericanos como el colombiano Botero y el chileno Claudio Bravo, es uno de los pocos argentinos que logró ingresar en el complicado circuito del mercado internacional de arte: expone con regularidad en el exterior y sus obras son disputadas por los coleccionistas en las subastas de Arte Latinoamericano de Nueva York.
"Aún dudo tener los conocimientos necesarios -manifiesta con humildad el pintor- hay días o meses que las cosas salen mal y me pregunto ¿realmente serviré para esto? ¿estaré haciendo lo que tengo que hacer?, no hay un momento triunfal en el que uno dice: SOY, son momentos duros porque todo lo que se puede ver desde afuera – la fama, los admiradores- no existe. A la hora de enfrentarse con a luz y el modelo, la tela y los colores, lo demás no existe. Soy yo y lo que quiero pintar. Y lo que quiero pintar es mucho y ambicioso", asegura este renombrado y cotizado pintor argentino.