Corría el año 1971 cuando comenzó a formarse la tradicional Feria de Artesanos de San Isidro, una de las atracciones estables que tiene el distrito para el turismo local y extranjero.
Aquel año un grupo de artesanos participó de las festividades de San Isidro Labrador integrando una feria organizada por la Municipalidad en la plazoleta "Domingo de Acassuso" (frente a la plaza Mitre).
Fue tal el éxito que el público y los artesanos firmaron notas solicitando su continuación más allá de aquel día festivo. Y ocurrió que artesanos de otros lugares comenzaron a acercarse para formar parte de la feria, por lo que la plazoleta resultó chica. A partir de ese momento se autorizó el traslado de la feria a la plaza Mitre.
Desde aquel lejano comienzo, la feria tuvo sus vaivenes, pero se fue afirmando como una excelente opción para miles de paseantes de toda edad y procedencia -muchas familias con niños- que regularmente la visitan para comprar un obsequio, elementos para su casa, para vestir o para su uso personal, con ese particular estilo de "lo artesanal", o que simplemente saben del seguro y tranquilo momento que es posible pasar cuando se lo desee.
Se trata de la feria artesanal más antigua de la Provincia de Buenos Aires en donde los paseantes conversan directamente con quien realiza los trabajos. Un diálogo que no avasalla ni presiona, y que promueve vínculos y encargos especiales. El artesano es un productor casi solitario de su arte y es él mismo quien lo comercializa.
A consecuencia de la restauración de la plaza Mitre, la Feria Artesanal funciona desde hace 3 semanas los sábados, domingos y feriados en la calle 9 de Julio, entre 25 de Mayo y la avenida Del Libertador. Allí los puestos de orfebrería, cerámica, cuero, plástica, herrería artística, entre otros, esperan a los visitantes con alcohol para sanitizar (es obligatorio el uso de tapabocas).
Silvia Guzmán, que desde hace 42 años tiene un puesto de joyería en plata con piedras naturales, señaló "Nos escucharon y nos ayudaron. El intendente Posse es comprensivo y cuida las fuentes de trabajo en estos momentos tan difíciles. Estamos muy agradecidos por este cordón comercial que nos ofrecieron".
"Buscamos la mejor opción para que los emprendedores puedan trabajar mientras que se lleva adelante la reconstrucción total de la plaza Mitre", indicó el intendente Gustavo Posse mientras recorría los puestos. "Nuestra convicción es fomentar la economía local y sostener los puestos de trabajo".
"En estas tres semanas el balance es muy positivo y a la gente le resulta más sencillo recorrer la feria. Esto es muy importante para nosotros; es nuestro lugar de trabajo, es cultura y es parte de nuestra vida. Estamos felices", completó Elena García, que participa desde 1974 con su puesto de artesanías en metal con mariposas, colgantes e incluso angelitos y personajes imprescindibles del pesebre como José, María y Jesús.
