Cristian y Melisa son bailarines. Disfrutan de su arte y no entienden la vida si no pueden transitarlo, perfeccionarlo y ofrecerlo.
Los encontramos este viernes 7 de Septiembre cuando la noche ya decía presente, junto a la estación Boulogne vestidos con ropas tradicionales argentinas y con un equipo de sonido desde donde zambas y chacareras inundaron el típico ajetreo de la zona.
Con sano orgullo contaron que era el primer día juntos haciendo esto de bailar en la vía pública, aunque cada uno venía con su propia trayectoria. Melisa anduvo recorriendo América durante 2 años, recalando en Bolivia, Perú, Venezuela, Ecuador y recogiendo hermosas experiencias al bailar, interactuando con otras tradiciones, conociendo lugares maravillosos.
Cristian, por su parte, es de Junín y, decidido a no abandonar sus sueños, renunció a su trabajo en una escuela y se lanzó a Buenos Aires con su experiencia de baile por Europa y por Japón junto a su otra pasíón, los caballos criollos.
Ambos están felices con este desafío de ofrecer folklore argentino en paseos, plazas, peatonales, arrancando aplausos e invitando a detenerse a la gente, tan preocupada y ensimismada por estos días, y cambiándole la cara con un poco de danza y simpatía.
Unidos por la danza y el sentimiento, no especulan con la fama ni con objetivos de alto vuelo. Les conforma poder seguir bailando en donde se dé, perfeccionándose para hacerlo cada vez mejor, poniéndole corazón a cada paso, disfrutando de los aplausos de la gente a la que sorprenden con su arte.