Los lunes y martes de 10:00 a 12:00 en el salón principal de Puerto Libre [Sebastián Elcano 2340, Martínez], los jubilados respiran el aire español en las clases de flamenco.
"Cada vez más gente se suma a esta iniciativa que no sólo entretiene sino también aporta a la movilidad y coordinación de cada uno de los abuelos. Buscamos mejorar la calidad de vida y para ello tenemos un sinfín de actividades recreativas, culturales, deportivas y cognitivas", comentó Marcelo Ramírez, de la Dirección de la Tercera Edad.
Durante la clase, los alumnos aprenden los pasos típicos de este género musical, que se da sobre todo en Andalucía y zonas de Extremadura y la Región de Murcia. Luego, los aplican en distintas coreografías.
"Realmente, se ha formado un grupo estupendo. Si bien es cierto que aprendemos coreografías buscamos que el eje esté puesto en pasar un buen momento y aprender esta disciplina que enamora y llena el alma", expresó la profesora Leonor Guirao.
Luego de bailar con sus compañeros, Sandra Seif comentó: "Puerto Libre es un lugar único. Esta actividad me llena de alegría porque me hace recordar mi niñez cuando tomaba clases de Flamenco. Muy emocionante y movilizador".
Guillermo Novaro, de San Isidro, agregó: "Este espacio es un predio hermoso donde venimos a aprender y a pasar un buen momento con amigos y familiares. Son incontables las actividades que hay todos los días que nos ayudan a mejorar nuestra salud".
Con un vestido típico de flamenco y una enorme flor en su cabeza, Silvia Curie completó: "El flamenco saca lo mejor de uno al igual que Puerto Libre, un lugar maravilloso. Ojalá se pueda replicar lo que se hace aquí en otros lados porque la gente revive".