Bocas Abiertas confirma su capacidad de convocatoria año tras año
Desde el jueves 26 hasta el domingo29 de Octubre, unas 40.000 personas participaron de la quinta edición del festival gastronómico Bocas Abiertas en el Centro Municipal de Exposiciones de San Isidro.
Fueron cuatro días a pura gastronomía, a cielo abierto y junto al río, entre clases magistrales de célebres cocineros, más de 30 puestos de diversos restaurantes, música en vivo, un patio cervecero, rincones de pastelería, barras de coctelería y una huerta orgánica.
"Todo esto representa el espíritu emprendedor del Bajo, un barrio que antes se inundaba y hoy nos permite disfrutar de este festival llevado adelante con mucho profesionalismo. Una zona de restaurantes de pocas mesas, bajo impacto ambiental que se complementa con su movida artística, nos da sentido de pertenencia y nos sitúa, sin duda, en el mundo", dijo el intendente Gustavo Posse, al recorrer la feria el domingo. "Bocas Abiertas también promueve la actividad económica local, porque la gente puede descubrir muchas ofertas de lugares que quizá antes no conocían".
El festival -organizado por la subsecretaría general de Cultura y el Polo Gastronómico del Bajo de San Isidro- contó con la participación de Christophe Krywonis, Fernando Trocca, Luchi Soria, Maru Botana, Rodrigo Cascón, Felicitas Pizarro, Máximo Cabrera, Mauricio Asta, los hermanos Petersen, Fabio Alberti, Jessica Lekerman, Roy Asato, Pamela Villar y Rodo Puente, entre otros.
"Esta edición es la más grande de las que hicimos y, además de convertirse en un clásico sanisidrense, se ha vuelto la feria gastronómica más linda del país. Esta propuesta refleja sin vueltas la cocina y el lifestyle del Bajo", dijo por su parte Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria de Cultura.
Un patio con lucecitas, largas mesas de madera, aserrín para sentarse o acostarse, un recorrido gustativo entre más de 200 etiquetas en la carpa de la Escuela Argentina de Sommeliers, barra de licores y cervezas, los puestos de tés y un mercado de alimentos formaban también parte de las propuestas del festival.
Además se entregaron distinciones, como las recibidas por Coquito y Blancanieves, dos locales históricos al momento del pancho en San Isidro; se sortearon dos pasajes en avión a Lima, en 2018, con ingreso incluido a la feria Mistura; y Nacho Petersen ratificó que hace el mejor chimichurri de la zona al llevarse por segunda vez consecutiva la ya clásica Chimi Cup.
Además, al rubro gastronómico se le sumó la música de bandas como Los Hamptons (rocksteady del mejor), La Familia de Ukeleles (folk, country y boleros de los '60), Deborah Dixon y la Fundación del Funk, y Buenos Aires Swing, Phaway y el vértigo del aerotango.
Parte de la recaudación del festival será destinada a entidades comunitarias del Bajo, la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro, el Hospital Central, y a capacitar en la Fundación Ott College a chefs y ayudantes de cocina del Polo Gastronómico.
También hubo una feria donde se vendieron productos agroecológicos y naturales, tachos diferenciados de reciclaje, huerta orgánica y educativa, y estacionamiento para bicicletas.
"Para nosotros es una gran emoción ver cómo se da todo porque le dedicamos mucho tiempo y pasión para que todo salga de la mejor forma y las familias se acerquen para disfrutar", subrayó Diego García Tedesco, uno de los organizadores del festival. Ignacio Echeveste, emprendedor gastronómico y otro de los organizadores, concluyó: "El objetivo es mostrar la oferta gastronómica del barrio y ofrecer varios espectáculos para todos. Está pensando para que las familias y amigos vengan y pasen un lindo día, al aire libre y al lado del río, rodeados de verde conociendo lo que pasa en San Isidro".