El miércoles 15 de Junio, en la Quinta Los Ombúes -sede del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal "Dr. Horacio Beccar Varela"-, fue presentado el libro "Los dilemas de la independencia", del historiador Vicente Massot.
En su presentación, Bernardo Lozier Almazán, ex director de la institución anfitriona y académico de la Academia Nacional de la Historia, señaló que "hacer una reseña de los antecedentes curriculares del autor sería ocioso en San Isidro, por cuanto quienes frecuentamos este ámbito conocemos sus saberes y sus quehaceres intelectuales, porque de tanto en tanto nos sorprende gratamente con el fruto de su sobrada erudición y buena pluma.”
“Ortega y Gasset decía que los historiadores no debían contentarse con narrar lo ocurrido, sino que deben aspirar a reconstruir el mecanismo de los acontecimientos. Acorde con aquella premisa orteguiana, Vicente Massot ha estudiado el trascendente acontecimiento político protagonizado por los congresales de 1816. Por eso su obra comienza analizando el origen y la gesta de Mayo de 1810, su proyección a la Asamblea del año XIII, para así poder plantear los tremendos y complejos dilemas que debieron afrontar los congresales de Tucumán.”, señaló Lozier Almazán.
“Rómulo Carbia decía que la historia es la resurrección intelectual del pasado. Yo diría que Vicente Massot ha logrado con su solvencia intelectual y profundo dominio del tema la resurrección temática de nuestra independencia", definió categórico.
Luego de agradecer a Bernardo Lozier, al público presente y la dirección del Museo, Massot comenzó señalando que "acostumbrados a la imagen escolar de Mayo y de Junio, que se prolonga en la universidad y tiene entre nosotros una versión canónica cuya autoría se remonta a Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, lo que nos llega de ese proceso es su carácter inevitable. Es como que en Mayo logramos nuestra libertad y 6 años después, en Junio en Tucumán, logramos la independencia.”
“Vistas las cosas con arreglo a este criterio, lo que parecería darse en esos años críticos, tiene que ver con lo que dijo (Bartolomé) Mitre, que el curso de los acontecimientos era ‘inevitable’, que las cosas debían darse así, en pos de una democracia.”
“La Argentina, cuando escribieron Mitre y López, no se si era una Nación lograda. La idea de cuándo nació la Argentina es un tema vidrioso, espinoso, polémico.”
Como dijera en alguna conferencia anterior en este mismo museo, Vicente Massot recordó que “un país requiere una literatura y una historia, y Mitre y Fidel López fueron los padres de esa historiografía y junto a ellos nace lo que conocemos como el mito de los orígenes. No es un mito como una mentira, sino como una idea-fuerza. Las naciones, como decía (Otto von) Bismark, requieren mitos para forjarse, para encaminar su derrotero en la historia. Y, desde ese lugar, convenía decir que la Argentina había nacido en 1810. Yo creo que no nació en 1810 y que nadie tenía idea qué era una patria en ese momento. Nadie pensó realmente una Nación en ese año. Si bien es cierto que quienes van a Tucumán y las elites rioplatenses tienen en la cabeza la idea de la independencia, no era la independencia de la República Argentina.”
“Cuando se declara la independencia, el Directorio le escribe a José de San Martín que estaba en Chile, que trate de que del otro lado del Ande hagan lo mismo que hicimos nosotros, en el sentido de unirse a esto que es la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica”.
“En 1819 (Tomás) Guido le escribe a San Martín preocupado por la expedición que se estaba gestando -finalmente fallida- para reconquistar el Río de la Plata, y le plantea la idea de refugiarse en el Perú para luego ver qué hacer.”
“En la idea de esta generación la idea de la Nación no existe", aseguró Vicente Massot. "Lo que existe es la idea de cortar todo vínculo con el rey de España, algo que dos años antes de 1816 no estaba tan claro y en 1810 ni siquiera fue tema de debate.”
Yendo al título del nuevo libro, Massot señala que “Los dilemas tienen que ver con las dudas, los problemas, los desafíos que se le presentaron a esa generación notable que, entre 1810 y 1825, va a iniciar un proceso en el seno del imperio español en América desde Buenos Aires y le va a dar la independencia a medio continente.”
“Lo que lograron San Martín, Pueyrredon, Güemes respecto de independizar a estas provincias -que de unidas no tenían nada- fue hecho en soledad absoluta de aliados. Lo que llamamos la Argentina en 1816, cuando declara su independencia, está sola en un subcontinente que ha sido reconquistado desde México a Chile por las armas de Fernando VII.”
“Lo que estalla en 1810 no es una guerra en contra de España, es una guerra civil entre absolutistas -que creen en el poder y los derechos del Consejo de Regencia y de los virreyes- y juntistas que quieren formar Juntas de Gobierno, no en contra de Fernando VII sino en nombre de Fernando VII.”
De acuerdo al autor, lo que ocurre en el Río de la Plata entre 1810 y 1816 tiene por centro la Carta de Bayona de 1808, cuando el rey Carlos IV abdica del trono español y José Bonaparte, hermano del emperador francés Napoleón, termina a cargo de la corona.
“El principio alrededor del cual gira este proceso es lo que se llama la ‘vacatio regis’, la ausencia del rey. Un imperio acostumbrado a girar sobre la figura del rey se debate entre los que creen en los derechos del Consejo de Regencia como recepcionario de la soberanía mientras falte Fernando VII, y los que creen que hay que formar Juntas de Gobierno.”
Según Massot, de no haber existido la invasión de Napoleón y la crisis de gobierno de España, el proceso independentista en nuestro territorio no se hubiera dado, al menos en esos años.
Como evidencia de que no estaba en las motivaciones, citó lo ocurrido en las Invasiones Inglesas. "El Río de la Plata había echado a los ingleses, había armado milicias propias y no le había pedido permiso a España para hacer lo que hizo y ni siquiera auxilio -porque no podía dárselo-, y nada le impedía ser al otro día independientes. Pero a nadie se le ocurrió, excepto a un grupo minúsculo sin ningún poder."
“¿Cuáles eran los dilemas? Muchos y no eran patrimonio exclusivo de la elite rioplatense. ¿Monarquía o república? ¿Centralismo o federalismo? ¿Inglaterra o España? ¿La Banda Oriental o Mendoza?“
Frente a cierta historiografía que pretende ubicar en territorio antinacional a aquellos partidarios de la monarquía, Massot señala que "el 99% era monárquico. De los grandes héroes que festejamos, San Martín, Belgrano, son todos monárquicos. Pero ¿qué podrían haber sido después de cuatro siglos? La monarquía era algo conocido. El único gran republicano y federalista es José Gervasio de Artigas". Estas posturas no deben considerarse como una buena y la otra mala, sino como parte de uno de los dilemas de ese momento.
“La independencia es hija, afortunadamente, de que triunfó la idea de San Martín y Pueyrredon de un gobierno fuerte que lograse centralizar el mando. Entre 1810 y 1816 hubo más gobiernos que años. Los únicos 3 años en los que hubo un poder susceptible de hacerse obedecer estuvieron en manos de Juan Martín de Pueyrredon. No hay independencia sin San Martín, y no la hay sin Pueyrredon. Quien paga el esfuerzo del ejército es Buenos Aires, y Buenos Aires es Pueyrredon."
El historiador revela que fue San Martín quien decidió la continuidad de las acciones desde Cuyo y no apoyar a Artigas en una posible campaña contra el imperio portugués. No había dinero para solventar esos dos frentes y todo indicaba que convenía seguir la estrategia sanmartiniana, que fue finalmente la exitosa. "Hay dos cartas emblemáticas de San Martín que plantea: entre Artigas y los portugueses, los portugueses".
Esta disyuntiva, dice Massot, es la misma que enfrentó el gobierno español luego cuando debió decidir si enfocaba sus esfuerzos en reconquistar Sudamérica desde Caracas o desde el Río de la Plata. Y vio más conveniente Caracas, lo que "salva el proceso independentista del Río de la Plata".
“En 1816, cuando los congresales en Tucumán declaran finalmente la independencia, las Provincias "desunidas" del Río de la Plata eran el último bastión que existía en contra del rey de España, que había reconquistado todo el resto de América."
Comparando con la independencia de EE.UU., Vicente Gonzalo Massot señala que "no hay victoria de las armas de (George) Washington en contra del rey Jorge III sin la mayor coalición europea formada en apoyo de los colonos rebeldes. Esto no es desmerecer a Washington sino poner las cosas en su lugar: los colonos norteamericanos le ganan la guerra a Inglaterra con el apoyo de la flota francesa y de una enorme coalición europea, mientras el Río de la Plata está solo."
Ponderando los sucesos de EE.UU. Massot destaca que allí fueron capaces de formar un Estado, escapando de la anarquía, lo que no consiguieron Pueyrredon, Belgrano, San Martín, Güemes, etc.
“La idea de la anarquía como 'ausencia de poder', es falsa. La anarquía es la 'proliferación de poderes'. El Río de la Plata no logra la unidad. (Diego) Portales lo logra en Chile, Washington lo logra en los Estados Unidos, y en la Argentina hay que esperar a (Juan Manuel de) Rosas para que reconstruya el orden, eso que (Juan Bautista) Alberdi -en su época más antirosista- define como "’todo se puede decir en contra del tirano pero tiene un gran mérito: le enseñó al país a obedecer’".
Consultado por Portal UNO sobre cómo ve actualmente a América y a la Argentina Vicente Massot señaló que “América es un tema complejo. Somos una geografía y un formalismo dice que somos un continente. De ahí a que haya algún tipo de unidad o que se pueda rastrear una voluntad común hay un trecho enorme.
“Lo que se vislumbra es un proceso en el que EE.UU. va seguir siendo la república imperial que decía Raymond Aron, y una iberoamérica que está llamada inicialmente –y algo estamos viendo- a formar bloques, a veces en función de intereses y otros en función ideológica.
“Me parece que (Mauricio) Macri tiene una gran oportunidad siendo aún la Argentina un país de relevancia en América. Sobre todo por la crisis que está aquejando a Brasil.
“El gran desafío es ver cómo nos insertamos en el mundo. Insistir con el Mercosur es mirarnos el ombligo, el mercado es el mundo.”
Vicente Gonzalo Massot es doctor en Ciencias Políticas, director del diario La Nueva Provincia (Bahía Blanca), profesor titular del doctorado en Ciencias Políticas en la U.C.A., miembro de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, integra el CARI (Consejo Argentino de Relaciones Internacionales), entre otras actividades.
Es autor de "El poder de lo fáctico" (2001), "La excepcionalidad argentina. Auge y ocaso de una Nación" (2004), "Las ideas de esos hombres. De Moreno a Perón" (2007), "Revolución. Mayo de 1810" (2010), "Matar o Morir. La obediencia política en Argentina. 1806-2011" (2011), "El cielo por asalto" (2013).