Charla de Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel en Los Ombúes
La guatemalteca Rigoberta Menchú, que recibiera el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su fuerte presencia en las luchas sociales, brindó en el mediodía de este martes -15 de Julio- junto a Adolfo Pérez Esquivel una charla en la Quinta Los Ombúes [Adrián Beccar Varela 774, San Isidro]. El intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, se ocupó de la presentación de la conferencia.
Luego de la introducción Pérez Esquivel, desde su mirada ideológica, realizó un abordaje sobre la violencia estructural que se vive en nuestro país y en otros países de América. Ponderando a figuras como Martin Luther King, el Mahatma Gandhi, destacó la importancia de no responder a la violencia... con violencia, aunque instó a los jóvenes presentes a ser "rebeldes" para provocar cambios sociales.
Cuestionando a la sociedad actual en su afán de consumo sin equilibrio el activista reconoció la importancia de crear conciencia y compromiso en la población.
Por su parte, Rigoberta Menchú dijo al comenzar "Estoy muy contenta de participar en este encuentro en San Isidro y no tengo más que palabras de agradecimiento por la hospitalidad".
Sobre la base de sus orígenes indígenas, la guatemalteca nacida en Uspantán explicó algunos aspectos de las creencias de su pueblo referidas al respeto a los ancestros a los que definió como sus "primeros padres".
"Si hay algo que me gustaría que aprendamos hoy es la humildad. La humildad frente a la vida, frente a la historia, frente a todo lo que hacemos". "Nuestrosabuelos mayas nos enseñaron que saber no es lo mismo que conocer. Para conocer tenemos que ir a los libros, a la historia, ahora tenemos la Internet. Pero saber sólo lo construimos con nuestra propia vida".
"Si yo no acepto la tortura, tengo que luchar contra la tortura, decir 'no' donde quiera que esté. Si yo no acepto la violencia, la violación, soy la primera que tengo que decir que no soy violenta. La incoherencia es lo que más afecta al planeta en general."
"Uds. han visto en campañas electorales: se va a hacer la escuela, el hospital, el agua potable, pero luego eso no llega. Nos acostumbramos a vivir un mundo de fantasías."
Acusando a la complicidad del poder político de su país con los sectores privados más poderosos, Rigoberta Menchú relató la existencia de un plan para falsear las cifras de pobreza lo que, según ella, implica el desconocimiento de la cantidad real de la población guatemalteca.
Consultada por Portal UNO sobre su participación en la política guatemalteca y su "poca suerte" en los comicios de 2007 y 2011, Menchú recordó que debió unir su partido político (Winaq, indigenista de izquierda) con la alianza "Encuentro por Guatemala" que encabezaba Nineth Montenegro y obtuvo el 3,09% de los votos.
Reconociendo la imposibilidad de contar con la enorme cantidad de dinero que requiere una campaña electoral, aceptó el desafío de ir puerta por puerta buscando el apoyo de la población.
Aquella primera incursión como candidata a la presidencia la convenció de que era bueno abrir una brecha para la participación de las ideas indígenas en la política de su país.
En 2011, la activista de izquierda volvió a probar suerte en las elecciones con la alianza partidaria Frente Amplio Guatemala, quedando en la sexta posición, con el 3,27 % de los votos válidos. En el Congreso esa coalición (que incluye al partido de Menchú) tiene un diputado.
Sobre el actual presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, Rigoberta Menchú señaló "este militar llegó a la presidencia por el financiamiento de las mafias corporativas, por el crimen organizado, por la corrupción".
"Hay que saber que la gente tiene corresponsabilidad del tipo de sistema que vive en su sociedad", dijo la activista y recordó que en su campaña dijo "no a la droga", pero no cosechó adhesiones en las poblaciones que cultivan marihuana porque obtienen más por ello que por el maíz. Dijo "no a la corrupción" y no encontró apoyo en la población que recibe dinero por votar o apoyar un partido político.
Momentos antes de que le obsequiara un libro referido a las comunidades aborígenes argentinas, el intendente Posse hizo referencia a la política que se hace instalando máquinas tragamonedas facilitando la decadencia de los más humildes, que dilapidan sus ingresos apostando a un "golpe de suerte". No obstante, justificó la existencia del hipódromo de San Isidro por representar el trabajo de miles de personas directa o indirectamente.
Entre los temas abordados se sucedieron los referidos a la política, las reivindicaciones sociales de los aborígenes, la valoración de su cosmovisión y la participación.
La política indígena hizo hincapié en la falta de humildad en las sociedades actuales. "La arrogancia nos ha hecho perder de vista que somos transitorios en el mundo y que los espacios que ocupamos no son nuestros. Hemos olvidado la educación, como proveedora de valores de convivencia y hermandad. Veo que se perdió la esencia de la solidaridad en manos del individualismo. Hay que empezar a ser más personas y menos máquinas a la hora de resolver problemas", manifestó Menchú.
La educación, la cultura, el respeto y la memoria fueron algunos de los temas en los que se reflexionó a lo largo de las casi dos horas de charla. Posse se mostró contento por el diálogo que se entabló entre los jóvenes y las dos personalidades destacadas. “Rescato la dulzura y la humildad con la que transmiten un mensaje tan firme y fuerte. Todos queremos paz, pan y trabajo y hay que realizarlo dentro del camino del respeto”, expresó el intendente.
Adolfo Pérez Esquivel destacó el valor de la memoria y subrayó que los pueblos que no la tienen, mueren. Además, invitó a los jóvenes a ser partícipes activos de los conflictos sociales.