Continúa el programa de Abuelos de Cuento en San Isidro
Alrededor de 110 abuelos son parte del programa Abuelos de Cuento que organiza la municipalidad de San Isidro, a través de su subsecretaría de Comunicación y Cultura, del que es posible participar gratis y que se dicta los martes de 9:00 a 11:00, en el Centro Cívico Beccar [Avenida Centenario 1891].
"Los únicos requisitos para participar son compromiso y vocación por la lectura. La devolución más rica es la que dan los chicos. Se establece un vínculo tan intenso y tan cariñoso entre abuelos y niños, que vale la pena ser parte", afirma Gabriela Deza, coordinadora del programa que propone un acercamiento al universo de la literatura infantil.
"El programa apunta a formar abuelos narradores de cuentos para niños. Durante todo el año, se capacitan en literatura infantil y después hacen una práctica de voluntariado social en escuelas del municipio y en eventos especiales como la Feria del libro y Expo Cultura. Al visitar todos los meses al mismo grupo de chicos, hacen una labor de mediación cultural muy importante", afirma Deza. Y agrega que el programa existe desde 2007, cuando empezaron con un grupo de 20 alumnos: "Fuimos creciendo año a año. Hoy tenemos una multitud de abuelos; el cupo está cubierto pero pueden anotarse para el año que viene".
Graciela Rodríguez, narradora oral y profesora del programa, explica que las clases tienen una parte teórica y otra práctica con ejercicios expresivos para aprender a manejar el cuerpo y a transitar sobre los textos.
"Estar en este voluntariado, a esta edad, es una satisfacción enorme. A través del contacto con los niños volvemos a revivir nuestra infancia. Las abuelas no estamos para quedarnos arrinconaditas en casa sino que estamos activas en la vida. Me parece muy importante que el municipio lo organice porque tiene en cuenta al vecino, sin importar la edad. Y que sea gratis es fundamental", afirma Elsa Egici, de 77 años y vecina de Boulogne.
Graciela Rizo, de 54 años, viaja desde Carapachay (Vicente López) para asistir al curso. Dice que decidió anotarse porque le gusta mucho leerle a los chicos. "Tengo un nieto de siete años al que le leo desde pequeño y quería capacitarme más. Acá se genera un encuentro especial entre abuelos y quien lo dirige es una persona preciosa", subraya.
Guillermo Leini, de Martínez, tiene 77 años y destaca que lo que más le gusta es el agradecimiento de los niños: "Cuando vamos al colegio los chicos nos abrazan, nos besan y se ponen muy contentos. Me parece genial que la Municipalidad de este curso gratis, que ayuda a la cultura e introduce a los chicos en la lectura".